La mañana siguiente me desperté en la misma parte del sueño, la alarma me estaba molestando, ¿Por qué no podía ver el rostro de Anna o el de ese señor? ¿Por qué no podía él escucharme?, después de ducharme de manera rápida caminé hasta mi closet y me vestí con jeans blancos y una blusa negra, tomé mi bolso y bajé, la cocina estaba vacía ya, miré la mesa y había una nota
“Cariño, tuvimos que salir más temprano, el desayuno esta en el horno. Con amor Mamá & Papá.”
Dejé salir el aire y caminé hacía el refrigerador, el timbre de la puerta me hizo gruñir, tomé una manzana y caminé hasta ella, al abrirla mi boca se abrió, un oso gigante y un ramo de rosas fue lo primero que vi más el olor inconfundible de la colonia de Ed, —Ed…- susurré y mordí mi labio
—¿puedo pasar?- preguntó y asentí, reí porque no me pudo ver
—Pasa- dije y camino hacía dentro de la casa, cerré la puerta y me quedé parada en mi lugar, él dejo el oso sobre el sillón y sostuvo las rosas, —¿Qué haces?- pregunté
—No quiero que estés molesta conmigo- dijo y sonreí
—No esto…- me detuve antes de mentirle, sonrió y se encogió de hombros
—Extraño estar contigo, ya casi termina la semana y no hemos pasado tiempo de calidad juntos- señaló y dejé salir el aire
—Podemos hacer algo esta tarde- murmuré y negó
—Ahora, no vayamos a clases- pidió y mis ojos se abrieron
—pero…
—Prometo que no te vas a arrepentir- murmuró y mordí mi labio aún insegura de mi respuesta, —¿por mi?- pidió haciendo una mueca, rodé los ojos y dejé salir el aire
—¿volveremos pronto?- sonrió y asintió, —de acuerdo- acepté y sonrió, tomó mi mano y me hizo caminar, cerré la puerta detrás de mí y subí a su coche, -¿Qué es esto?- pregunte señalando la bolsa en el asiento
—Lo que vamos a necesitar- dijo a prisa mientras la lanzó a la parte trasera
—¿y que si no hubiera aceptado?- pregunté y sonrió
—Tengo una cuerda en la parte trasera- murmuró con picardía y aunque traté de verlo mal reí y rodé los ojos, coloqué mi cinturón y encendí la radio, “Kiss Me” sonó y miré a Ed, —si lo hubiera planeado no hubiera salido- dijo y sonreí, el auto arrancó y ambos comenzamos a cantar, cuando la canción terminó lo miré
—¿A dónde vamos?- pregunté y sonrió, se detuvo en un alto y me miró
—Si me das un beso te lo digo- sentenció y sonreír, me acerqué y besé su mejilla, su ceño se frunció y reí
—Eso fue un beso- señalé con alarde y me miró mal, -¿entonces a donde vamos?- pregunté
—A donde quiero llevarte- respondió y me dedicó una mira de, “no puedes contra mi”, jadeé inconforme y me crucé de brazos, haciendo que riera con diversión, sonreí ante la sonrisa que él mantenía, su frente estaba fruncida ante su atención puesta en el camino, sus labios estaban entreabiertos y su lengua rosando sus dientes, mordí mi labio, —¿puedes dejar de verme así?- su voz me hizo sonrojarme, giré mi cara completamente
—No te estaba viendo- dije con aparente desinterés
—Estabas casi haciéndome el amor Parker- soltó con voz burlona y mis ojos se abrieron, —no es que me moleste- agregó y sonrió, me miró de reojo, —es solo que no me parece justo no poder corresponder- terminó y giró en la curva que nos sacaba del pueblo