No es más que un Apocalipsis /TWD (Carl y tu)/ [Terminada]

Torturados.

Yo miré a Carl asustada quien se acercó y tomó mi mano para que me relajara.

Delante nuestra habían 4 hombres, los 3 que nos llevaban y uno que parecía el líder y el cual tenía un parche en un ojo y una sonrisa maléfica en sus labios.

-¡Tu! -Señaló a Glenn. -Ven con migo. -Dijo, Glenn serio se levantó y le siguió a fuera de la habitación.

Los 3 hombres salieron también y cerraron con llave, dejándonos a Carl y a mí encerrados.

-Carl, debemos de buscar una forma de salir. -Dije mirando alrededor de la habitación.
-Taylor, tranquila, no podemos hacer nada, tienen a Glenn. -Dijo sujetando mi brazo.
-Pero quizás podamos acabar con ellos.
-¿Como? Nos han quitado las armas y son demasiados. -Decía Carl.

Tenía razón, suspiré y me eché en su hombro.

-Espero que no le hagan nada a Glenn. -Dije.

Estábamos sentados en el suelo apoyados en la pared, pasaron unos pocos minutos y se abrió la puerta y entraron Glenn, el hombre del parche junto a otro detrás.

-¡Glenn! -Grité preocupada ver su cara.

Tenía un ojo morado y sangre en el labio.

-No importa, me encuentro bien. -Dijo tirándose al suelo agotado.

Era obvio que no se podía encontrarse bien.

-Bien, es el turno de la parejita, tú, chica ven con migo. -Dijo el del parche. -Con el chaval se quedará mi compañero. -El de parche me agarró del brazo y me llevó junto a él.

Llegó otro hombre y se llevó a Glenn, perfecto, nos separan, le lancé la última mirada a Carl quien me miraba con preocupación y formó en sus labios la palabra 'tranquila'.

Salí de la habitación junto a aquél hombre el cual me llevó a otra habitación con una mesa y dos sillas, él se sentó en una de ellas.

-Siéntate. -Dijo ofreciendome la otra silla.

Yo me quedé con la mirada neutra en mi sitio de pié.

-Esta bien, no te sientes. -Dijo indiferente.

-Bien, te haré unas preguntas, por cierto puedes llamarme 'El gobernador'. -Dijo.

Yo le miraba con desprecio.

-Dime, ¿estás en un grupo con más gente? -Preguntó.

Yo sin contestar me quedé como antes.

-Te lo preguntaré otra vez ¿Estas en un grupo? -Dijo alzando la voz.

Lo miré y desvié la mirada sin contestar.

-Más te vale contestar si no quieres que le saque el otro ojo a tu noviecito.

Respiré hondo y contesté.

-Sí.
-Bien, así me gusta, ya sé tu punto débil. -Dijo sonriente.

Se levantó de su silla y se acercó a mí, de hecho se acercó demasiado.

-¿Porque no pasamos a otros temas más importantes? -Dijo acercándose aún más.

Rápidamente al muy pedófilo le dí una patada en sus partes, él gritó de dolor.

-Arhh, ¡serás zorra! -Replicó y me dió una fuerte cachetada en la mejilla.

Noté el fuerte ardor en ésta y me quejé.

-Te vas a enterar. -Dijo cogiendo una cuerda.

Seguidamente ató mis manos, intenté resistirme pero no sirvió de mucho.

Salió de la sala y volvió con un caminante.

-Suerte. -Dijo sonriente y cerró la puerta.

Perfecto, atada de manos, sin armad y con un caminante encerrada.

Tengo que hacer algo pero ya.

Con el filo de la mesa intenté romper la cuerda de mis manos pero el caminante se acercaba rápidamente, le empujé con mis piernas y me acerqué a él.

Le pasé mis manos por el cuello y tiré con todas mis fuerzas, por fin la cuerda se rompió y caí al suelo, miré mis muñecas las cuales estaban enrojecidas y dañadas.

El caminante seguía con vida así que buscando un arma no encontré otra que tirar la mesa, le acerqué a mí y le empujé con fuerza sobre ésta haciendo que se clavase una de las patas de la mesa.

Miré mis manos las cuales estaban llenas de sangre de caminante, mis muñecas enrojecidas y mi mejilla colorada y con un fuerte ardor.

Me tiré al suelo cansada y comencé a sollozar esperando a estar con Carl, a salvo.

Entró calmado 'El gobernador' y me miró sorprendido.

-Wow, ¿Lo has matado tu? ¿Sola? Vaya, eres una auténtica asesina. -Dijo felizmente.

Yo le miraba con la respiración agitada por el cansancio y el dolor de mis heridas.

Estaba preocupada por lo que habrían hecho con Carl, era obvio que también le harían algo, igual que a Glenn e igual que a mí.