No es más que un Apocalipsis /TWD (Carl y tu)/ [Terminada]

El primer día del resto de nuestras vidas.

-¡Alto! -Gritó Negan, Rick sin dudarlo dejó el hacha, cerré mis ojos con alivio y pude volver a respirar con tranquilidad.

Negan se acercó a Rick y le miró a los ojos.

-¿Ves? Esa es la mirada, así quiero que me mires, ahora lo entiendes. -Dijo Negan.

Carl suspiró aliviado, abrió sus ojos y me miró, su mirada estaba rota, dolida, asintió para decirme que se encontraba bien, yo hice lo mismo, pero en el fondo ninguno estaba bien, nadie estaba bien, Abraham y Glenn habían muerto, se habían llevado a Daryl y estaba segura de que esto no acabaría aún.

-Bueno, yo voy a dar una vuelta con Rick, espero que vuelva con vida, podéis llorar gritar y hacer lo que queráis. -Dijo y se marchó junto a Rick en una camioneta.

Carl volvió hacia nosotros y se acercó a mí, me envolvió en sus brazos, me aferré a él como si fuera la última esperanza de vida en la tierra, era lo único que podía hacer que me sintiera solo un poco mejor, me sentía segura, esta vez lloré sin remordimiento, en el pecho de Carl, los hombres de Negan se centraron en sus cosas y los demás también lloraban, Maggie se encontraba en el suelo tirada llorando y gritando.

-No me sueltes. -Le supliqué en llanto a Carl, no quería que se alejara, no ahora.
-No lo voy a hacer. -Dijo mientras me abrazaba con más fuerza.

El dolor debtro de mí era insoportable, pero en los brazos de Carl disminuía, sentía que lo estábamos perdiendo todo, también me preocupaba que estará pasando con Rick, las palabras de Negan fueron 'Espero que vuelva con vida', sin Rick no estaríamos aquí, él nos a guiado y llevó con el casi 2 años al igual que muchos que conocí en la granja.

Pasaban los minutos y Rick no volvía, de hecho empezaba a amanecer, pero seguía en los brazos de Carl, y no tenía pensado alejarme.
Escuchamos un motor, entre la niebla ví la camioneta en la que Negan se fué con Rick, rezaba porque Rick estuviera en ella sano y salvo, la camioneta paró y de ella salió Negan sonriente, al poco salió Rick, con un poco de sangre en su labio pero bien.

-Bueno, ya le he explicado a Rick como será esto a partir de ahora, esto solo es el primer día del resto de vuestras vidas. -Dijo Negan y todos sus hombre se marcharon junto él.

Nos quedamos solos, destrozados, nadie hablaba, Rosita y Shasha se fueron junto al cuerpo de Abraham, Maggie gritaba de dolor frente al cuerpo de Glenn, Michonne y Aaron cabizbajos reprimían las lágrimas, Rick estaba en frente de nosotros inexpresivo y Carl me abrazaba con fuerza mientras lágrimas seguían saliendo de mis ojos los cuales me comenzaban a arder de tanto llorar.

Pasó un rato y el ambiente se calmó.

-¿Que haremos ahora? -Dijo Michonne.
-Ahora somos suyos, debemos trabajar para ellos, todas nuestras cosas serán para ellos, armas, munición, comida.... -Explicó Rick.
-Se han llevado a Daryl. -Dijo Aaron.

Efectivamente Daryl estaba con ellos, temía al pensar que podían hacer con él.
Rick y Carl abrazaron a Maggie a lo que yo hize lo mismo, correspondió mientras soltaba algunos sollozos en mi hombro.

El ambiente seguía siendo tenso, todo era tan horrible.
Nos montamos en la camioneta y volvimos hacia Alexandría, los demás no sabían nada de lo ocurrido.

Llegamos y Rick se fué para hablar con Dianna, al poco llegaron los salvadores y se llevaron casi todas nuestras cosas, armas, toda la munición y casi toda la comida.
De hecho mi pistola también se la llevaron pero mi arco y mi katana no, de todas maneras jamás permitiría que se llevarán mi Katana.

-Rick no podemos vivir así. -Le dijo Michonne.
-Lo sé. -Dijo al parecer pensativo.

Rick se quedó nervioso mientras pensaba que hacer ahora, yo me dirigí
a mi cuarto, estaba destrozada, aquello fué lo peor que ví y que pasé en mi vida, Maggie se ha encerrado en su habitación y no ha salido ni tiene intención de hacerlo.

Noté un brazo en mi hombro, volteé a ver y era Carl.
Posó su mano en mi mejilla y la acarició levemente, mis ojos expresaban solo tristeza y dolor al igual que los suyos, era notable que estábamos dolidos pero que ahora más que nunca nos necesitábamos el uno al otro.