IMPROBABILIDADES

84 2 0
                                    

60. Aquél día pedí un bello ángel, que tuviera la mente llena de universos y constelaciones.
Que llenara mi vida de poesía eterna; y llego.
Cuando estaba rota me tomo en sus brazos, como una pequeña niña frágil; pidiendo a gritos ser salvada de aquel monstruo de la desesperación y dolor que comenzaba a llenarla de frustración.
Y me abrazo, susurro al oído que estaría conmigo. Lleno de sonrisas el alma, de paz la mente.
Y despojo de mis labios aquél deseo incontrolable de hacerlos tan míos

El corazón tiene aires de escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora