CARTAS A UN VIEJO AMOR

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12. Sigue viva aquella promesa que opte por hacer aquel día 18 de julio:
Amarme más de lo que te llegue a amar, valorarme como persona y saber que el amor propio es el que más vale la pena.

El corazón se hartó de darse y entregarse incondicional hacía tu vida que ahora es recuerdo ardiendo en mi vida pasada.

Hace tiempo me libero de ti; de tu egoísta forma de querer.

Y es que cariño, tú no eres mala persona; sólo me toco conocer la parte de ti que hace daño.

Y que estupidez la mía dirán; como sería posible que a pesar de tanto me sigas palpitando; que aunque el tiempo pase aún te sueñe y te bendiga a ti y a la soledad que llegará.

Pero no puedo odiarte, soy masoquista; tanto que me importa también tu felicidad, aunque no esté yo y no sea de dos.


Nunca lo fue.


El corazón tiene aires de escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora