EL DE LOS OJOS SABOR CAFÉ

125 4 0
                                    

50. Cariño es la primera carta escrita de las tantas que desee darte.

Y primero saludarte desde donde estés; el cielo donde pertenece un buen ángel como tú que, aunque ese hecho para ti no existiese es donde estarás de ahora en adelante.

Primero déjame mencionar lo que me volvió loca de ti:

tus ojos que se apoderaron de la misma vida que te has llevado; aquellos que sin pensarlo me hicieron comenzar a escribir de ellos, fueron los mismos que veían el cielo y las estrellas que solo a nosotros nos pertenecían. Recuerdas aquel día en el que me hablabas de termodinámica y tu teoría de la muerte de las estrellas o la misma estrella que siempre estuvo brillando; la que permanecía en el mismo lugar, resplandeciente, blanca como la cuenta de tus lindos ojos, esa que seguirá brillando con más fuerza porque tiene tu compañía. A ella cuéntale tus sueños, tus miedos, tus alegrías; para que baje y me las susurre al oído; o recuerda el cielo y sus nubes esponjosas con caras de por medio.

Hablemos de tu sonrisa, la que desataba a los duendecillos y se ponía a bailar y jugar con ellos, aquella sonrisa retorcida que me hacía alucinar, que llego a traer felicidad desde aquel 8 de junio; la picarona, la que al abrir cada vez la puerta estaba presente. Y también de tu risa; la primera vez que la escuche sentí un mar embravecido dentro de las entrañas como si quisieran ser liberadas para que las tomaras a ellas y al corazón y los estrujaras como te diese la gana, porque sabías que todo era tuyo

El corazón tiene aires de escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora