CARTAS A UN VIEJO AMOR

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17. Nueve días. Al parecer al décimo ya muero...

Mi coraza se autodestruye de tanto recuerdo lanzado como dardos; quizá duele menos que el último beso que me plantaste antes de llegar aquél parque; frente a casa.

Me pregunto cómo pudiste ser tan frío al besar a la persona que amabas, quién en su día fue sol y luna, tu musa en letras, aquella caprichosa que lloraba por no poder verte en madrugadas.

Pero...
La pregunta más grande me la debo a mi.

¡Y joder! Como pude cegarme ante el bello hecho de queregresarías como un ángel después de andar en el infierno. 

El corazón tiene aires de escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora