Capítulo 1: ¿un ángel o un demonio?

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bien, otro día de trabajo, es todo lo que puedo hacer, trabajar, no cuento con ningún tipo de compañía, estoy condenado a vivir en soledad, pero no lo veo tan mal, viviendo más de 15 años en soledad creo que esto ya no me afecta tanto

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bien, otro día de trabajo, es todo lo que puedo hacer, trabajar, no cuento con ningún tipo de compañía, estoy condenado a vivir en soledad, pero no lo veo tan mal, viviendo más de 15 años en soledad creo que esto ya no me afecta tanto.

Esta era mi forma de pensar hasta que un día, regresando del trabajo, pude observar como un ser se arrastraba en frente de la puerta de mi casa, me quede impactado, era un ser que jamás había visto en mi vida, me perturbo algo, pero... no le tenía miedo, por lo que decidí ir hacia la criatura para observarla mejor .

-Doctor: ah, ¿que eres tú?
-¿?: Kii~Kii
-Doctor: ok, eso no fue un buen comienzo

La criatura se quedó paralizada, no supe porque, creo que fue por miedo o algo por el estilo.
Medite un poco la situación, y decidí llevar a la criatura a mi casa, al fin de cuenta vivo solo y no ocupo autorización de nadie.

-Doctor: bien, creo que yo seré tu "amo"
-¿?: Kii~?

Cargue a la criatura hasta mi casa, la puse en cima del sofá para poder observarla mejor, le digo a la criatura que no se mueva en lo que yo busco algo de información. Quería saber qué clase de criatura.
Busque por 1 hora por internet, libros y varias fuentes de información, pero lo mejor que pude encontrar es que hay ciertas ocasiones bastante rarísimas de que una criatura como ella aparezca así de la nada, es prácticamente imposible que algo así aparezca pero... si alguien tiene la suerte de toparse con una criatura como estas, deben considerarse muy afortunados, este tipo de criaturas se les aparece a las personas que les hace falta algo en la vida. Decía que estas criaturas si recibían mucho tratamiento y cariño podrían ser la mejor "pareja" del mundo.
No supe exactamente a que se refería con "pareja" pero si decía que tenía que recibir cariño, pues yo no tendría problema en dárselo, después de todo todavía se cómo dar cariño... creo.

Luego de leer eso, me dirijo hacia donde esta esa criatura que al parecer creo que es chica.

-Doctor: *suspiro* bien, creo que tendré que presentarme, ahora que vivirás conmigo, mi nombre es Jesús
-¿?: Kii~
-Jesús: bueno, creo que a ti te llamare ageha, te gusta ese nombre?
-¿?: KII~♥

Solo empezó a hacer una especie de "sonrisa", supuse que si le gustaba ese nombre
-Jesús: bien, entonces te llamare ageha
-Ageha: KII~KII

Luego de eso, prepare una habitación para ageha, la verdad no me interesaba donde durmiera pero, no soy tan malo como para hacer que duerma en el piso, aparte, creo que sería buena idea tratar a ageha con más cariño, si esa información es correcta, lo más probable es que ageha se convierta en "algo más", como si fuera a convertirse a algo "mejor", no supe muy bien como era el tema, solo sé que debo tratarla como una persona normal. Para ser más específico, como si fuera una ""amiga"".

Luego de preparar la habitación, voy hacia donde esta ageha, al verla, veo como hace un desastre el sofá, almohadas tiradas por doquier, el sofá rasgado, era un desastre.
-Jesús: peo que mier... que hiciste
-ageha: Kii~kii

Se veía bastante asustada, creo que le asusta los ruidos fuertes, ageha solo empezó a hacer pequeños ruidos mientras trataba de bajarse del sofá
-Jesús: no, lo siento, no era mi intención, yo solo...perdóname
-ageha: Kii~

Luego de decir eso, me relajo y empiezo a acariciar la cabeza de ageha para tranquilizarla, la verdad, no sé qué me pasaba, hace mucho tiempo que no sentía algo por alguien.

Al parecer al momento de tocarla, se relajó completamente, era como si por primera vez conociera lo que es el cariño.

Pase toda la mañana enseñándole a ageha su nuevo hogar, ella solo se impactó por todo lo que veía, todo era nuevo para ella, me sentía como una especie de guía para ella.
Luego de unas horas, era hora de comer, estaba muy indeciso por la comida, como no sé nada de ageha, no sé qué clase de comida le podría gustar, por lo que decidí en ir a la cocina y llevarle un pedazo de pan, de carne, una fruta y una verdura.

-Jesús: bien ageha, dime que te interesa?
-Ageha: Ki?

Ageha solo observo la comida por unos 5 minutos, luego agarro la fruta y la empezó a comer.
-Jesús: bien, creo que es un buen comienzo
-Ageha: KII~♥

Luego de eso, lleve a ageha hasta la mesa y le dije que estuviera quieta en lo que yo le traía una ensalada de frutas.
Luego de unos 30 minutos, la comida ya estaba lista, le llevo la ensalada de fruta a ageha.
-Jesús: bien, provecho
-ageha: kii

Mientras que ageha saboreaba la fruta, yo solo me quede algo raro a la hora de comer, ya que hace muchos años que no como con alguien.

Luego de que ageha terminara de comer, le digo que se valla al sofá a descansar, pero creo que no fue muy buena idea, ya que ageha al no tener piernas, se le dificultaba a la hora de desplazarse de un lado para otro.

-Jesús: bien, creo que tendré que ayudarte a desplazarte en lo que consigo una silla de ruedas para ti
--ageha: kii

Luego de decir eso, la cargo hasta la sala y le prendo la tele para que pudiera entretenerse, le puse un programa infantil.
-Jesús: bien, quédate aquí en lo que yo termino los deberes del hogar, me entendí?

Ageha solo dice que si con la cabeza, supuse que hemos avanzado algo, ya podía decir si y no con la cabeza.

Luego de 30 minutos, ya había acabado los deberes del hogar, por lo que decidí en pasar el resto del día con ageha, quería conocerla mejor, de poder hallar una forma de comunicarnos. Al final, pude hacerla entender cómo comunicarse con migo, yo le preguntaba algo y ella debía de responder si o no con la cabeza.

Luego de unas horas, ya había oscurecido, por lo que le digo a ageha que es hora de dormir, ageha solo dice que si con la cabeza.
Luego de eso, la llevo hasta su nueva cama y la cobijo.
-Jesús: bien, desde ahora esta es tu nueva cama, espero que te guste
-ageha: Kii
-Jesús: *suspiro* ojala pudiera enseñarte a hablar, pero ni modo, buenas noches
-Ageha: Kii~kii
Cuando Salí del cuarto, espere un poco para que ageha se durmiera, luego de un rato entro a su habitación para poder ver si estaba bien, al parecer si, se veía algo "adorable" mientras duerme, eso me tranquilizo un poco, lo suficiente como para dormir.

Al día siguiente, pude observar como las manchas moradas de ageha se iban desapareciendo, al parecer después de todo si había posibilidades de que "evolucionara"

-Jesús: muy bien, parece que tus manchas se van desapareciendo
-ageha: kii

Me emocione un poco al poder ver que gracias a mis cuidados ageha está "mejorando" o lo que sea que le está pasando, ageha se veía tan feliz de verme feliz a mí.
-Jesús: bien, creo que no puedo hacer nada más contigo por el momento, creo que veré la televisión, quieres verla ageha?
-ageha: KII

Solo dice si con la cabeza mientras hace un pequeño ruido.

el efecto del cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora