Capítulo 35: el final se acerca

207 18 0
                                    


En cuanto se fue la muchacha, felicito a ageha porque ya estaba hablando normalmente, ella inconscientemente lo hacía sin darse cuenta, si seguimos con este paso, lo más probable es que ageha recupere su habla de más tardar un día.
Pasamos un rato más en el museo, ageha pudo aprender más sobre los dinosaurios y más animales extintos, pero cada vez que pasábamos a lado de un esqueleto de T-REX o de otro dinosaurio similar, ageha tomaba de la mano y me decía
-ageha: p-por favor, no me abandones
-Jesús: jamás, y eso te lo puedo asegurar
Ageha se sonroja mientras agacha la mirada hacia abajo, con una voz bastante tierna me da las gracias por ayudarla a superar una etapa difícil de su vida, debe ser al contrario, ya que si no hubiera aparecido ella, yo jamás hubiera aprendido lo que es la felicidad.
Ya habíamos recorrido todo el museo, y ya se estaba haciendo tarde como para ir a otro sitio, a lo mucho podríamos ir a un lugar más, ya que si oscurece, podríamos estar en peligro por los asaltos.
-Jesús: dime ageha, a donde te apetece ir?
-ageha:... la verdad no tengo ni idea cariño, porque no me llevas a un sitio que jamás habíamos visitado tú y yo.
Me la había dejado difícil, ya que había varios sitios, pero solo podía llevara a un sitio más, en eso, vi como el sol se estaba ocultando, eso me dio una idea.
Le propuse a ageha en ir a la playa a terminar este día contemplando el atardecer, sería una bonita experiencia y algo agradable para ambos.
Ageha súper emocionada, con una mirada de ilusión me responde con un sí.

Ya estando en la playa, me lleve una sorpresa al ver que había mucha gente en la playa a estas horas, supongo que es por la emoción, las fiestas, o porque son jóvenes y quieren vivir la vida
-Jesús: caray ageha, creo que hubiera sido buena idea que hubiéramos traído algo de ropa para la ocasión jeje
-ageha: jiji, no importa, con ver este vello atardecer, me basta para mi

Fue un momento hermoso, ver el atardecer en la playa con la mujer de mi vida, eso...eso no lo cambiaría por nada, no por todo el dinero del mundo.
Luego de que cayera el sol, tomo la mano de ageha, la ayudo a levantarse y la llevo hasta la casa.

Ya nos estábamos preparando para dormir, ya nos habíamos cepillado los dientes, hemos acomodado la cama, cerrar puertas y ventanas, apagar las luces y etc.
Antes de dar las buenas noches, le recuerdo algo importante a ageha.
-Jesús: amor, recuerda que ya pronto nos vamos a casar, por fin tendremos un final feliz
-ageha: mmm, ya se amor, ya apartamos todo para el gran día, solo faltan los invitados.
-Jesús: no te preocupes, de eso me encargo yo, bueno, hasta mañana amor
-ageha: dulces sueños cariño

A la mañana siguiente, voy a repartir las invitaciones a todos nuestros amigos, a Nephy, Aurelia, San, Papyrus y Gaster y Flowey, a flowey fue fácil ya que es nuestra flor, y Gaster, pues... Solo apareció de la nada.
-Gaster: oh, qué bien, así por fin tendrán su final feliz
-Jesús: si, nos hace mucha ilusión esto ya que será el comienzo de una relación bastante hermosa, y nacerá una familia muy unida
-Gaster: hablando de familia, que paso con esa chica, creo que se llamaba Sylvia
-Jesús: eh, se llama sylvie, y no, no creo que quiera venir, nos odia por lo que he hecho
-Gaster: ho, que triste, pero con el tiempo sabrás que es lo mejor para ella
-Jesús: si, creo que tienes razón, en fin, aquí tienes tu invitación

Le entrego la invitación, me despido y me retiro, pero antes de que se marchara Gaster, el me llama la atención para preguntar por las demás invitaciones que tenía en la mano

-Jesús: oh, estas?, eran las invitaciones de sylvie, Jesús y la pequeña Sara, pero como no quieren saber nada de nosotros, creo que las tirare o las quemare, ya se me ocurrirá algo para deshacerme de esto
-Gaster: qué tal si me las das a mí, yo iré a comprar algunas cosas, si quieres yo las tiro por ti
-Jesús: eh, si por que no

Le entrego las invitaciones restantes y me retiro del lugar.
Al volver a casa, veo a ageha muy animada, ella sola ha limpiado toda la casa, hecho la comida, tirado la basura y hasta bañar al perro, lo cual se me hiso raro ya que ni tenemos perro.
-Jesús: jje, hey amor, podíamos haberlo hecho juntos
-ageha: perdón, pero ya no puedo aguantar más la emoción, estoy muy emocionada amor *gritos de emoción*
-Jesús: h-hey y ese perro?
-ageha se llama Dante, estaba en la calle, me lo traje para bañarlo y darle un poco de comer, y creo que me ha tomado cariño.
-Flowey: y a mí también, Hag. ¡YA LÁRGUATE PULGOSO!

El perro se va todo triste a esconderse en un rincón de la casa mientras que Flowey regresaba al jardín
-Jesús: luego hablaremos sobre ese perro ok
-ageha: Perdón, amor, p-pero estoy tan emocionada, y con muchas energías, tantas que quiero que me hagas el amor ahora mismo
-Jesús: JA, ok, vayamos al cuarto

Al entrar a la habitación, ageha no se la piensa dos veces y ya me empieza a besar el cuello, dejándome uno que otro chupetón mientras que me quitaba la camisa y yo le quitaba su vestido.

Nos tumbamos en la cama para proseguir con la mejor parte.
Habíamos hecho varias posiciones sexuales, hemos jugueteado con una que otra parte de nuestro cuerpo.
Ageha no paraba, tenía mucho aguante como para 6 rondas, o tal vez más.
Luego de varias horas de romance, cargo a ageha hasta el baño para bañarnos, es una costumbre nuestra, ya que después de hacer el amor varias veces seguidas, siempre salimos con mucho sudor, el baño era una forma de refrescarnos.

Acabando d bañarnos, seco a ageha, la visto y la llevo hasta la sala para poder descansar un poco.

-Jesús: uf, vaya amor, sí que estabas muy motivada hoy
-ageha: sí, siempre estaré motivada para ti cariño

Ageha se me acerca con una mirada provocativa y con unos corazones que se le formaban en los ojos, se me acerca al oído y con una voz bastante calmante me dice
-ageha: siempre estaré motivada para ti amor
Me muerde la oreja por unos segundos, y luego se sienta en sima de mí para darme un buen beso en los labios, parece que todavía tenía ganas de mí.
La tumbo en el sofá y acaricio uno de sus senos mientras le beso en cuello.
En ese instante, pare a mis acciones ya que conozco a ageha, y sé que si sigo así, lo más probable es que mañana no tenga fuerzas para la boda.

-ageha: aah, ni un poquito?
-Jesús:... bueno, solo una y ya ok
-ageha: ok

1 hora después, ageha ya había quedado exhausta de tanta lujuria, se quedó dormida, lo cual estuvo bien, ya que así retomara energías para mañana, el gran día que hemos anhelado desde tiempo.
La cargo hasta el cuarto, la cobijo y me regreso a la sala a ver un rato la televisión, todavía era temprano como para dormir, por lo que opto por jugar un poco MKXL,
Flowey me hizo compaña, le preste un mando para jugar de dos, curiosamente le encanto el juego, ya que podías arrematar a tu rival con un Fatality, al menos tenemos algo en común Flowey y yo, a ambos nos encantan los juegos.

el efecto del cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora