Capítulo 11: la peor pesadilla

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Luego del beso le digo que si quiere tomar un paseo por la plaza, ageha emocionada dice que si con la cabeza.
Enseguida de eso, nos arreglamos para salir, sierro la puerta de la casa y nos dirigimos a la plaza, pero esta vez fuimos a la plaza de la otra parte de la ciudad, ageha quería conocer mejor la cuidad y me pareció buena idea de que pudiera conocer mejor la ciudad.

Luego de un largo viaje, por fin habíamos llegado a la plaza, ageha lo primero que hace es sentarse en un banco de la plaza, yo le hice compaña sentándome al lado de ella mientras comíamos unos helados que le había comprado en el camino.
Mientras disfrutábamos de los helados, ageha dejo expuesto su tentáculo, como no había mucha gente no le preocupaba eso.
Yo algo curioso le pregunto que por qué hace eso, ella me trata de explicar que para poder agarrar una cuchara de plástico para poder acabarse el helado, ya que a ageha le gusta comer el helado en cuchara, yo entendí perfectamente.

Ambos disfrutamos de un hermoso momento, fue un momento que pensé que jamás pudiera sentir, pero gracias a ageha puedo por fin aprender sobre el amor, el cariño, el afecto, la convivencia y etc.
Mientras nos comíamos el helado, apareció de nuevo Peter, Peter se acercaba hacia nosotros, yo algo nervioso intento tapar el tentáculo de ageha tomándolo como si fuera una mano.

-Peter: buenos días compañeros, como les va hoy?
-Jesús: jeje, bien, pero que te trae por acá
-Peter: bueno, como se los dije desde el primer día que los vi, sigo en busca de esa majestuosa criatura, y mis informes me dicen que aquí debe de estar, ¿no la as visto?
-Jesús: no, la verdad no he visto nada de eso
-Peter: oh, ya veo, y usted adorable dama, no ha visto una criatura humanoide, con manchas moradas, con tentáculos que remplazan sus brazos
-Ageha: n-no

Peter algo dudoso, empieza a observarnos muy fijamente, yo le llame la atención por hacer eso, pero Peter atrevidamente levanta mi mano haciendo que destape el tentáculo de ageha.

-Jesús: he. Esto no es lo que parece
-Peter: lo sabía, sabía que tú tenías a la criatura

Ageha toda asustada se aferra fuertemente a mí, empezaba a llorar ageha al saber que era la criatura de quien hablaba Peter.
-Peter: oh dios, después de tantos años por fin te eh encontrado mi pequeña joya, Jesús ¿Cuánto vas a querer por ella?
-Jesús: estas imbécil si piensas que negociare a ageha
-Peter: ahora tiene nombre, por favor no le pongas nombre, es simplemente una criatura de colección, pero dejando de lado eso, dime en serio cuanto quieres, mil, dos mil, un millón, cinco billones, vamos, dímelo
-Jesús: vuelves a hacerme esa estúpida pregunta y e juro que no responderé
-Peter: oh vamos, quien se negaría al dinero, vamos dime ¿Cuánto quieres por ella?

Yo se lo advertí, le doy un buen golpe directo a la nariz haciéndolo caer al suelo. De su nariz empezó a salir sangre, le había rompido la nariz.

-Peter: a, por qué?
-Jesús: te lo advertí, no cambiare a ageha por nada en el mundo, lárgate y lleva todo tu asqueroso dinero contigo... de una vez te lo advierto, si intentas negociar o hacer una estupidez para tomar a ageha como tu parte de tu colección, te juro que yo mismo me encargare de que termines en una jaula de animales, entendido
-Peter: esto no se ha acabado, me llevare esa criatura, are que tenga varias crías para poder venderlas, esa criatura me hará asquerosamente rico

Al momento de que dijo eso, yo le doy un buen golpe directo a la cabeza dejándolo noqueado.
Ageha con miedo empieza a aferrarse a mi brazo mientras que pega su cara con mi brazo para llorar.
Yo al verla trato de tranquilizarla diciéndole que jamás la dejare sola, pero ageha seguía con miedo, por lo que decido en llevarla al restaurante de Nephy, ya que quedaba cercas de donde nos encontrábamos.
Ya estando en el restaurante, Nephy nos recibo algo preocupada, ya que ve a ageha llorando, Nephy al verla así nos ofrece una mesa y un poco de comida por parte de la casa para tranquilizarnos, nos dijo que acabando su turno que vendría a hablar con nosotros.
Ageha seguía llorando por lo que paso, yo intento darle algo de comer como si fuera un bebe, pero ageha no quería nada de comer.
Luego de unos 30 minutos, Nephy ya había venido a hablar con nosotros, yo tenía que contarle toda la verdad sobre ageha, por lo que destapo su tentáculo y su ojo derecho, Nephy al verla se queda impresionada.
-Jesús: por favor Nephy, te ruego que no le cuentes a nadie sobre esto
-Nephy: descuide, somos amigos, y los amigos deben de apoyarse en todo momento
-Jesús: enserio? Muchas gracias Nephy por comprender, pero que nos sugieres que hagamos?
-Nephy: bueno, tengo un amigo que le puede partir la cara a ese tal Peter, se llama Jesús, si quieres le hablo
-Jesús: no, él tiene una familia que proteger, yo tengo que proteger a la mía.

el efecto del cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora