Capítulo 12: pasado

473 32 1
                                    


Pero la verdad no me enfocaba en esa pregunta, más bien me enfocaba en mantener esa sonrisa de ageha.
Ageha y yo disfrutamos de una agradable comida.

Antes de que nos valláramos del restaurante, Peter muy enojado aparece nuevamente en frente de las puertas del restaurante, tenía diversas armar u un maletín, enojado, se acerca hacia nosotros.
-Peter: ya me canse de esto, tú no sabes de lo que soy capaz de hacer, así que te lo diré por última vez Jesús

En ese momento, Peter pone el maletín en una mesa, abre el maletín y pude notar que estaba lleno de billetes de valores muy grandes.

-Peter: te daré 20 billones de dólares si me entregas a esa criatura que la conoces como ageha, te lo advierto, no me queras conocer del otro lado
-Jesús: la verdad sí, me importa un carajo como eres de tu otro lado, yo mismo te puedo partir la boca en este momento

Peter enojado, lanza el maletín al suelo, se pone unos guantes de box y se pone en posición de pelea, yo también me puse en posición de pelea, le digo a ageha que se esconda en la cocina para que no vea esta escena.
Estuvimos a punto de pelearnos hasta que sans aparece.
-Peter: o no, tu no
-sans: he he, es un hermoso hay afuera, los pájaros cantan, las flores brotan, en días como estor, cazadores como tú, deben arder en el infierno.

Luego de decir eso, sans le lanza una especie de hueso a Peter, Peter asustado le lanza una especie de red a la cara de sans haciendo que sans perdiera la vista por unos segundos, Peter se retira inmediatamente del lugar, al parecer le tiene miedo a sans.
Yo algo confuso, le ayudo a sans a quitarse la red, luego le pregunto a san que por que Peter le teme, sans se relaja, me pide que me siente junto con ageha para contarnos lo que pasa.
Ya estando en la mesa, sans nos ofrece unas bebidas mientras nos cuenta sobre su historia con Peter.

Sans cuenta:
Hace mucho tiempo, dos razas gobernaban la tierra, monstruos y humanos, todo iba bien hasta que se inició una guerra entre monstruos y humanos, al final los humanos ganaron encerrándonos en el sub suelo, pensé que ya no teníamos esperanzas hasta que... un humano llamado frisk nos salvó liberándonos del sub suelo, él fue quien convenció a los humanos de que éramos pacifistas, yo, papyrus y con la ayuda de unos muy buenos amigos pudimos formar una nueva vida aquí en la superficie, todo iba bien hasta que ese miserable de Peter... el capturo, mato y mutilo a la mayoría de los monstruos que fueron liberados, no le importaba si era niño, niña, hombre, mujer, anciano, anciana, el simplemente los capturo, incluso capturo al rey y a la reina, capturo a toda la guardia real, frisk intento detenerlo, pero Peter de alguna forma pudo capturar la alma de frisk, yo no podía quedarme a ver que todos estaban muriendo, intente detener a Peter, pero él fue más fuerte gracias a una especie de arma roja, larga, y llena de sustancias negras, estuvo a punto de matarme, pero gracias a un monstruos desconocido que no he podido ver bien, solo pude ver que era una especie de esqueleto con ropa negra, ese monstruo destruyo el arma de Peter por completo pulverizándolo, era mi oportunidad pero me encontraba muy cansado como para moverme, estove tan débil en ese momento, pero gracias a mi hermano papyrus pudimos escapar de ese lugar, ya que él todavía tenía fuerzas, escapamos, pero con un mal recuerdo, al ver a todos siendo asesinados por ese Peter.
Habían pasado meses, he intentado rastrear a Peter, pero nada, simplemente nunca lo he vuelto a ver, papyrus se asustaba cada vez que mencionaba su nombre, yo como hermano mayor debía de proteger y mantener feliz a mi hermano, por lo que le ayude a cumplir uno de sus sueños, que era abrir su propio restaurante con su marca de espagueti, ambos fuimos felices por años vendiendo comida, hasta pudimos comprar una casa muy acogedora, pero... me prometí a mí mismo que encontraría a Peter, lo haría pasar un mal rato, y luego liberaría a los pocos monstruos que seguían vivos, actualmente, Papyrus y yo somos los únicos monstruos vivos y también libres.

el efecto del cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora