un día bastante tranquilo, un hombre llamado Jesús encuentra en frente de su casa una criatura mitad monstruo y mitad humano, este lo decide llevar a su casa para cuidarla como su compañera, pero con el paso del tiempo la criatura va tomando una for...
Después de comer, se va a la sala, se sienta en un sofá, se pone en posición fetal. Empieza a llorar por un buen rato, lamentándose por lo que le paso a Jesús, se quedó dormida de tanto llorar, la cara se le puso algo roja con lagos de lágrimas. Se quedó dormida todo el día y toda la noche. A la mañana siguiente, ageha decide en visitar a Jesús ya que lo extrañaba mucho. Mientras iba al consultorio, se encuentra con sans que estaba comprando botellas de kétchup, sans decide acompañar a ageha ya que él también quería ver a Jesús de nuevo.
Ya estando en el consultorio, el doctor los atiende diciéndoles que no pueden ver a Jesús ya que no son horas de visitas.
-Doctor: lo siento, pero así son las reglas, no puedo dejar que vean a Jesús en horas normales -ageha: ¿Qué?...p-p -Doctor: sin peros, deben de respetar las reglas
Sans por un momento se pone serio con el doctor. Enojado se eleva con su telepatía a la altura del doctor, lo agarra de la camisa con mucha fuerza y lo mira fijamente a la cara. -sans: es que no puede esta chica tener un momento con su amado, no me importa sus estúpidas reglas, esta chica solo quiere ver a Jesús y usted se lo está negando, acaso no dijo que usted tiene una esposa e hija, dígame ¿Qué pasaría si no las volviera a ver? ¿Qué pasaría si estuvieran hospitalizadas y les negara verlas? Usted no tiene derecho en negárselo
Mientras ageha trata de tranquilizar un poco a sans, el doctor se pone algo reflexivo.
-Doctor: saben que, tienen razón, yo no soy nadie para negarles eso, es más, fui un tonto en negárselos, aparte este consultorio es mío por lo que fui el doble de tonto porque yo mismo soy el que pongo las reglas... les pido disculpas por lo de ase rato -sans: bien, gracias por entender y también te pido disculpa por ponerme así -doctor: descuida
El doctor los deja pasar a ver a Jesús, ageha se alegró tanto de volver a ver a Jesús, también sans se alegró de volver a verlo. Ageha lo primero que hace es correr hacia donde esta Jesús y darle un fuerte abrazo. -sans: he, tranquila amiga, no queremos que se rompa la espalda verdad -ageha: l-l-lo s-si -sans: si descuida, se lo que trataste de decir
Sans saluda a Jesús con uno de sus típicos chistes, ageha solo se queda abrazando a Jesús.
Tanto sans como ageha se quedaron un rato con Jesús charlando un poco de todo lo que ha pasado, aunque Jesús no los pueda escuchar, con el simple hecho de ver a Jesús y contarles un poco de lo que ha pasado basto tanto para sans como para ageha.
Luego de unas horas, sans se retira dejando a ageha y Jesús solos, ageha aprovecho el momento para darle un beso en los labios a Jesús.
Luego de eso, ageha también se retira para ir a la casa a comer algo. Pero antes de que ageha se fuera, el doctor le da un poco de dinero, al ver que ageha se tocaba la panza cada rato pensó que no podía alimentarse adecuadamente. Ageha al principio se negó aceptar el dinero, pero el doctor de todas maneras se lo dio dejándolo en su mano. -doctor: descuida, se lo que se siente en pasar hambre, tómalo, te lo regalo -ageha: gracias
Ageha le da un abrazo como agradecimiento al doctor, luego se despide de él y se marcha del lugar para ir a la casa
Mientras caminaba hacia la casa, se desvía del camino habitual para comprar unos panes con algo de fruta y verduras.
Ageha algo feliz estaba regresando a casa mientras abrazaba las bolsas que contenían la comida. Pero desafortunadamente para ageha, mientras regresaba a la casa, paso por lado de un lugar donde las mujeres le daban "placer a los hombres"
Ageha sintió una vibra bastante mala de ese lugar, por lo que decide en pasar rápidamente y no ser vista, pero para su suerte, un tipo salió del lugar, se fijó en ageha decide en seguirla para arrastrarla al sitio. Ageha intento liberarse del tipo, pero este le responde con una bofetada. -he y chicos, vean a la hembra que me he encontrado -uff, yo si te doy muñeca *sonidos extraños+ -ageha: N-NO, A-A-AUXILIO -*bofetada* hey muñeca, no me digas que ya te quieres ir, si apenas va a comenzar la diversión
Un tipo manosea la cintura de ageha mientras que otro le acaricia su zona intima, ageha estaba rompiendo en llanto.
Ageha da un último auxilio antes de que abusaran de ella... afortunadamente alguien escucho su llamado.
El sujeto que fue a por su ayuda da un fuerte pisotón en el suelo provocando un ligero temblor, luego eleva a uno de los tipos y lo empieza a aporrear con un hueso enorme. Los otros tipos soltaron a ageha para ayudar a su amigo, ageha aprovecho el momento para ocultarse detrás de un árbol. Los demás intentaron golpear al misterioso que estaba golpeando a su amigo, intentaron golpearlo con tubos de acero, con ramas, con sus propios cinturones y demás cosas, pero estos tuvieron el mismo destino que si amigo, desde el inicio el misterioso supo que el combate se acabó en el instante que se puso serio, prácticamente el combate duro diez segundos. Luego del combate, el hombre misterioso se acerca hacia donde esta ageha para atenderla, pero ageha reacciona de manera violenta por el miedo que sentía
-ageha: NO, ALEJATE -¿?: ageha espera, no me reconoces, soy yo el gran papyrus -ageha: e-eh
Ageha ve fijamente al tipo, y efectivamente, se trataba de papyrus todo este tiempo, ageha no podía distinguir a la persona por el miedo que sentía en ese momento. -papyrus: humana, te encuentras bien?
Ageha de repente le responde con un abrazo como agradecimiento. -ageha: *snif* gracias *snif* -papyrus: descuida humana, mientras yo este aquí, no permitiré que mis amigos salgan heridos de otros humanos malos -ageha: gracias paps *snif* -papyrus: ha, es curioso verte por aquí en esta zona peligrosa -ageha: p-p-pero y-y -papyrus: no hace falta que me lo digas, supongo que te desviaste para comprar esa comida verdad -ageha: si -papyrus: como lo suponía, afortunadamente yo estaba cerca de esta zona, pude llegar hasta ti gracias a mi curiosidad por una flor dorada que estaba en un jardín llena de flores rosas.
Papyrus luego de esa pequeña charla, le ayuda a ageha a cargar sus cosas hasta la casa. Luego se despide de ageha no sin antes advertirle que tenga más cuidado en donde va, luego de eso se retira.
Luego ageha se dirige a la sala a ver un rato la televisión en lo que comía lo que había comprado.
Mientras comía, se le soltaban algunas lágrimas por lo de hace rato
-ageha:*snif* Jesús, por favor vuelve *mordisco al pan*
Ageha se la paso llorando el resto del día y un poco en la noche, ya que se durmió llorando, era la primera vez que trataban de abusar de ella, y lo peor es que Jesús no estuvo a su lado para defenderla.
A la mañana siguiente, ageha se cambia y se va directamente al consultorio donde se encuentra Jesús. Ya estando en el consultorio, el doctor le da la completa libertad de ver a Jesús.
Lo primero que hace ageha es tomar la mano de Jesús, luego le da un beso en la frente llorando, un par de sus lágrimas cayeron en el rostro de Jesús.
-ageha: Jesús *snif* por favor *snif* vuelve... te extraño mucho amor, he mejorado mi habla por ti, por favor vuele amor *snif*
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