Capítulo 3: milagros

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Luego de decir eso, ageha se acerca hacia mí y me da un abrazo, yo me sonroje un poco.
-Jesús: bueno, que tal si vamos a desayunar, que te parece
-ageha: kii

Luego de decir eso, le llevo un gran plato de futas a ageha para que lo pueda disfrutar, se lo prepare con mucho "cariño" ya que jamás había preparado algo para alguien.

Luego de acabar de comer, pude observar cómo se le crecían unos pechos a ageha, me sentía algo incómodo, por lo que decidí en darle una camisa mía para taparse
-Jesús: ten ageha, cúbrete con mi camisa
-ageha: KII

Luego de eso, le pongo mi camisa y la acuesto en el sofá mientras le acariciaba la cabeza.

Pasamos el resto del día normal, nada nuevo, simplemente nos la pasamos viendo la televisión todo el día.

Al día siguiente, saludo a ageha con un buenos días, ella me regresa el saludo con un hola, al parecer ya entiende lo que significa hola, me dio esperan zas de seguir ayudándola.

Luego de saludarla, le digo que es hora de desayunar, ella dice que si con la cabeza.
En ese momento, cargo a ageha hasta la mesa para poder desayunar juntos, mientras preparaba la comida, pude observar como ageha miraba fijamente en un pan tostado que me estaba preparando, pobrecita, se veía muy hambrienta.
-Jesús: he y ageha, quieres uno?

Ageha dice si con la cabeza, se veía muy feliz.
Yo no pude negarme en darle un pan a ageha, de hecho me alegro, ya que va variando en diferentes comidas, eso me alegro mucho, por lo que decidí en llevarle también un poco de sopa para ver si le gustaba la pasta.
-Jesús: listo ageha, lo prepare con mucho "cariño" espero que te guste
-ageha: Kii

Ageha en ese momento solo empezó a saborear todo lo que le lleve, se veía bastante feliz, me lleno de alegría.
-Jesús: (Creo que este tiempo que he pasado con ageha fue más significativo para mí de lo que pensé, nunca creí que una criatura indefensa pudiera hacerme sentir como si le importara a alguien, no me sentía tan miserable como antes, pero seguía anhelando algo que creo que ageha jamás me dará, una familia)
-ageha: ki?

Ageha me ve muy fijamente, no supe porque hasta que sentí que de mi cara estaba algo húmeda, al tocarme pude darme cuenta de que estaba llorando sin darme cuenta, me sentía algo raro.

-ageha: ki kii?
-Jesús: ah, no es nada ageha... es algo que... solo olvídalo, no vale la.

Ageha en ese momento, me interrumpe agarrándome la mano y mirándome fijamente. No supe que es lo que pasaba exactamente.

-Jesús: eh, ¿qué pasa? ¿Tengo algo en la cara aparte de las lágrimas?
-ageha: ki~
-Jesús: eh, lo siento, todavía no logro entenderte bien, que me quieres decir?
-ageha: a-a-a
-Jesús: eh? Me quieres decir algo?
-ageha: t-te
-Jesús: vamos ageha, tú puedes, yo creo en ti
-ageha: t-te a-amo, te amo

Me he quedado impactado al momento que dijo eso, sentía cosas que jamás había sentido en toda mi vida, estaba llorando de alegría.

-Jesús: ageha... lo dicen en serio, sabes ese significado?

Luego de eso, lleve a ageha hasta la sala para poder disfrutar una película juntos.

Mientras veíamos la película no pude evitar decirme a mí mismo que no me importa qué clase de criatura sea ageha, ella era humana para mí, eso era lo único que importaba, sentirme feliz, aunque sea con ageha
Pero... debo aceptar la triste realidad de jamás poder tener algo más de ageha aparte de caricias y cuidados.
-Jesús: ageha, tu sabes que haría todo por protegerte, digo ya sé que llevamos pocos días desde que tu llegaste, pero fueron unos días maravillosos, tú fuiste la única persona que supo cómo cambiar mi actitud y mi manera de ser en muy poco tiempo, por eso te lo agradezco pero... por más que quisiera, solo puedo ser tu amigo, no creo que podamos... ejem, podamos formar una familia, lo- lo siento
-ageha: kii 

Ageha solo se pone triste al escuchar eso, dice que n con la cabeza mientras me abraza.
Intento explicarle a ageha sobre lo nuestro, ella simplemente decía que no con la cabeza, yo al verla tan triste, no podía seguir negándola, no así, no con ella.
No pude evitar llorar al ver que ageha empezaba a llorar de tristeza, de sufrimiento.
-Jesús: no, perdóname pequeña, no era mi intención, yo solo... solo quiero vivir feliz *snif*
-ageha: kii *snif*
-Jesús: ageha perdóname, perdóname pequeña, no volveré a decirlo
-ageha: amo, te amo
-Jesús: y yo a ti ageha, yo también te amo

Luego de disculparme con ageha, le digo que todo saldrá bien, que siempre estaré a su lado y que jamás la dejare sola.

Luego de unos 5 minutos de silencio, le digo a ageha que es hora de que se bañe, ageha dice que si con la cabeza.

Luego de eso, cargo a ageha hasta el baño, le quito la camisa y la meto a la tina, se veía algo asustada al principio, pero yo supe como tranquilizarla en seguida.

Mientras se llenaba la tina, le traje unos juguetes de agua, eran los juguetes con los que yo jugaba de pequeño, ageha disfruto del momento, se veía como una niña pequeña.

Mientras jugueteaba con los juguetes, yo le lavaba la cabeza con champo de bebe, ella solo se sonrojo mientras le lavaba la cabeza.

Luego de terminar de bañarla, la envuelvo en una toalla y la cargo hasta la cama a secarla.
Es curioso, ya que sentía que he vivido esto antes.


Luego de secarla, le digo a ageha que se vaya a dormir, ella dice que si con la cabeza.
Al día siguiente, tuve que salir a trabajar, ya que aunque tenga mucho dinero, debo de seguir manteniendo el negocio, después de todo soy el único doctor de este pueblo que me tocó vivir.

-Jesús: muy bien ageha, vuelvo en 5 horas, por favor no salgas y si toca alguien tu solo enciérrate en mi habitación, está bien
-ageha: ki *dice si con la cabeza*

Luego de eso, me voy a trabajar, la verdad, me preocupaba mucho ageha, en todo el trabajo no pensé en nada más que en ella, tanto en pensar en ella que hasta ya se me hacía tarde para llegar a casa. se me fue volando el tiempo
-Jesús: eh, pues qué horas son... 7:30, tengo que regresar rápido.

En ese momento, cierro el consultorio y me dirijo lo mas rápido posible a la casa.

Ya estando en la casa, abro la puerta desesperadamente, al abrirla grito el nombre de ageha en voz alta, en eso, llega ageha algo preocupada
-ageha: kii?
-Jesús: gracias a dios que estas bien *abrazo* perdón por tardar tanto
-ageha: kii, te amo
Jesús: y yo a ti también ageha, te amo

En el momento que le digo te amo, pude observar cómo le crecían más las piernas a tal grado de poder caminar bien, me llene tanto de alegría que no pude evitar abrazarla con mucho cariño.

Luego de abrazarla, le digo que se vaya a dormir, ella dice si con la cabeza.

Al día siguiente, cuando me desperté pude observas que ageha estaba buscando algo en la computadora
-Jesús: eh? Que buscas ageha

Al día siguiente, cuando me desperté pude observas que ageha estaba buscando algo en la computadora-Jesús: eh? Que buscas ageha

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