Capítulo 9: sorpresa

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Ageha al despertarse señala su pansa señalando que tiene hambre, yo por mi parte le digo que se cambie para ir al restaurante de papyrus, ageha emocionada acepta.

Luego de 20 minutos, ya estábamos listos para ir al restaurante de papyrus, la verdad la comida de Nephy esta deliciosa, pero ageha y yo preferimos ir al primer restaurante donde fuimos.

Ya estando en el restaurante, lo primero que hacemos es saludar a nuestro amigo el gran papyrus, era extraño pero agradable.
Papyrus nos recibe con los brazos abiertos, en cambio sans sigue de flojo, papyrus nos lleva a una mesa y nos trae lo de siempre, dos órdenes de su famoso espagueti.
Mientras que ageha y yo esperábamos por la comida, aparece sans para contarnos anécdotas, consejos e historias que nos podrían servir para nuestro futuro, también nos ofrece su amistad ofreciéndome un apretón de mano, yo de inmediato acepto su amistad.

Luego de estrecharle la mano a sans, papyrus aparece con nuestra comida, ageha solo se emociona mientras que le rugía el estómago de hambre.
Por lo que no hemos perdido más el tiempo y empezamos a comer, ageha solo se veía feliz al momento de comer el espagueti.

Mientras comíamos el espagueti, pudimos notar como la misma familia que hemos visto en aquel día estaban hay también comiendo, parecían felices.

Ageha trato de ignorar por completo a la familia observándome a mí con una cara muy tierna.

Acabando de comer, le agradecemos a papyrus por la comida, le pago por la comida y nos fuimos a dar un paseo por el parque.

Mientras dábamos un paseo, pude notar como ageha con una roca intento escribir en un tronco de árbol.
-Jesús: eh? Que haces ageha?
-ageha: kii

-ageha: k~ki?
-Jesús: oh ageha, esto es un lindo detalle de tu parte *beso*
-ageha: jiji *se sonroja*

Luego de darle el beso, tomo la mano de ageha y la dirijo a un columpio, la siento en un columpio y la empiezo a empujar para que se pueda divertir.

Cada vez que empujaba a ageha, pude notar que su tentáculo se hacía cada vez más pequeño, supuse que era porque ya se le formaría una mano, eso me lleno de esperanzas.

Duramos un rato en el parque en lo que se hacía d noche, no teníamos nada que hacer por lo que decidimos pasar el día en el parque para divertirnos en los juegos, o amenos ageha, ya que yo era muy viejo como para subirme al columpio o a la res baladilla, para mí me bastaba con ver a ageha feliz, si ageha es feliz, yo soy feliz.

Sin darnos cuenta, ya había oscurecido, de hecho ya no había nadie en el parque, ageha se asustó por la oscuridad, por lo que yo decido abrazarla, acariciar su cabeza y decirle que todo estará bien siempre y cuando no nos separemos.

-Jesús: ageha, quieres oír una parte de mi vida
-ageha: si
-Jesús: jeje bien, escucha

Yo hace mucho tiempo, cuando tenía 15 años era una persona bastante normal, pacifista, mi madre y mi padre me quería, todo iba bien hasta que mi padre empezó un vicio terrible, el alcohol, el siempre golpeaba y maltrataba a mi mama, yo no podía hacer nada por mi edad, eso pensé hasta que descubrí el mundo de las peleas, la verdad a mi jamás me han gustado las peleas, pero no podía soportar ver a mi madre sufrir más por la culpa de ese idiota, por lo que n tuve otra opción, tome unas clases de pelea, entrene hasta que se me rompieran los huesos, entrene cada maldito día con la única intención de hacer que mi padre me tema, a tal grado que me respete por miedo, no por ser su hijo, ya sé que no es correcto lastimar a los padres, pero en esas situaciones yo mejor es hacer lo correcto, sin importar quien sea, bueno me desvié de la historia, un día que volvía a casa después de la escuela, veo como mi padre estaba gritando y golpeando a mi madre, en eso pongo en práctica mis 3 años de pura pelea, le doy un buen puñetazo en la cara, el simplemente se cae, pero se levanta muy enojado y con intenciones de golpearme, pero yo fui más hábil, fue fácil vencer a mi padre, mi padre solo se fue como un perfecto cobarde,
Luego de que se fuera, ayudo a mi madre a mudarse de la casa, ya que no queríamos seguir más con ese animal, mi padre simplemente no dice nada en el momento que nos fuimos, es como si ya no le importáramos, no me importaba, mientras mi madre este conmigo, nada más importara.

Desde ese día decidí hacer el bien con esta enseñanza, por eso ageha, te prometo que yo siempre te protegeré de todo aquel que quiera abusar de ti, ageha, no quiero que me veas como mala persona, simplemente hago lo mejor para todos
-ageha: J-Jesús
-Jesús: perdón si te e decepcionado, si ya no me ves como aquel hombre que te enamoraste, yo comprenderé
-ageha: oh Jesús *abrazo*

En el momento que ageha me abrazo, yo entendí que ageha me seguía queriendo aun sabiendo de mi pasado, solté una lagrima ese momento ya que ageha me seguirá amando sin importar mi pasado, eso me lleno de esperanzas, de poder tener una familia con ageha.
Yo abrazo a ageha y la empiezo a besar como muestra de cariño, de amor.

Sin darme cuenta, ya estábamos en la puerta de nuestra casa, sí que me había entretenido con la historia.

Sin perder más el tiempo, meto a ageha a la casa, la desnudo y la cargo hasta el baño para darle un buen baño antes de dormir.
Ageha solo empezó a jugar con los juguetes que estaban en la tina mientras que yo le lavaba todo el cuerpo.

Ya acabando de bañarla, la envuelvo en una toalla, la cargo hasta nuestro cuarto, la seco y la visto para dormir, pero ageha antes de dormir, me señala con su dedo el armario.

-Jesús: eh, que pasa amor?
-ageha: ki

Ageha se levanta de la cama, se dirige hasta el armario y saca una pequeña caja que tenía ella guardada y me lo entrega a mí.
Yo todo curioso abro la caja y lo primero que veo es un gorro de cumpleaños.

-Jesús: eh, y esto ageha?
-ageha: jiji, cumpleaños

Al momento de que ageha dijo eso, me impacte por dos cosas, una porque ageha aprendio otra palabra, y otra por que no supe de quien era el cumpleaños.
-Jesús: eh, perdón, pero quien cumple años?
-ageha: jiji

Ageha me apunta con su mano afirmando que era mi cumpleaños, reviso el calendario y efectivamente, mi cumpleaños iba a ser mañana, yo todo feliz me le acerco a ageha a darle un fuerte y cálido abrazo, ya que fue la segunda mujer que ha recordado mis cumpleaños, la primera fue mi madre.

Ageha toda emocionada intenta decirme que invite a mi madre, pero yo algo triste le digo que mi madre desgraciadamente ha fallecido ya hace 3 años, ageha al escuchar eso se pone algo triste, yo también me pongo triste.
Ageha al verme triste intenta consolarme acostándome en la cama mientras era acariciado por su tierna mano.

Yo me relaje al momento de que la mano de ageha entro en contacto con mi piel, se sintió como si me hubieran dado mi primera caricia.

Mientras ageha me acariciaba, me entrega una nota que tenía guardada en la caja, yo algo curioso la abro y note claramente que la nota era de papyrus.

La nota decía:
Hola humano, tu acompañante nos a contado que pronto cumplirás años, por lo que yo el gran papyrus, he decidido en apartar mi restaurante para hacerte na fiesta, espero que asistas a tu fiesta.

Estaba firmado por papyrus y sans, la firma de sans estaba firmada con tinta invisible, yo lo supe en el momento porque todavía estaban las marcas de escritura.

Ageha toda emocionada me da un buen beso mientras me seguía acariciando, luego del beso le doy las gracias por acordarse de mi cumpleaños, aunque yo nunca se lo he dicho, pero supuse que ella ya lo sabía por husmear entre mis cosas.

Yo agradecido le doy las gracias a ageha con un buen beso, ageha solo se sonroja por el beso.
Luego del beso, acuesto a ageha, la cobijo y apago las luces y le doy el beso de las buenas noches.

A la mañana siguiente, ageha toda emocionada me despierta temprano para ir a la fiesta, yo emocionado acepto.

A la mañana siguiente, ageha toda emocionada me despierta temprano para ir a la fiesta, yo emocionado acepto

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