Another Weasley

Niños en la guerra

But I crumble completely when you cry
It seems like once again you had to greet me with goodbye
I'm always just about to go and spoil a surprise
Take my hands off of your eyes too soon

Arctic Monkeys - 505

Temblaba.

El slytherin hacía un esfuerzo sobrehumano por ocultar su dolor, y aun así temblaba. La tinta negra que parecía emerger con el toque de la varita del Señor Oscuro sobre su antebrazo lo estaba quebrando, pero no parecía dispuesto a ceder y mostrar aquel dolor frente a sus espectadores. De éstos, algunos daban pasos hacia atrás mientras se cubrían la propia marca como si estuvieran recordando aquel momento vivido en carne propia hacia tantos años; otros, se inclinaban hacia el frente con morbo y una sonrisa pronta a emerger, esperando el momento del quiebre.

Sólo una entre todos apartó la mirada. Sólo una entre todos parecía esforzarse por mostrar compostura sin poder controlar la angustia en su rostro, mientras se aferraba con uñas al brazo de su marido. No podía hacer nada. No frente a su amo.

Una exhalación repentina, proveniente del chico que estaba de rodillas, indicó que el trabajo estaba listo.

—Veremos —dijo Lord Voldemort con cierta curiosidad y malicia, sosteniéndolo aún de la muñeca y admirando su obra de arte—. Veremos qué tan útil puedes serme, muchacho. Y si podrás reivindicar el honor de tu familia.

Y se marchó, dejando tras de sí una nube de seda negra que terminó por disolverse en unos cuantos segundos.

Finalmente pude respirar. No fue hasta ese momento que sentí el ardor en mis manos. Me había estado mordiendo las uñas hasta desangrarlas. Lo ignoré por completo, centrándome en aquella escena que aún no terminaba. Deseaba tanto irrumpir en aquella habitación... Deseaba sacar a Malfoy de ahí, de quitarle de encima todas las miradas mortías de encima. Los murmullos incrementaban mientras Narcissa apartaba a Lucius de su camino para acercarse a su hijo, que aún no se había levantado.

—Draco, querido... —le susurró con voz temblorosa— Ha terminado, todo ha terminado.

Suavemente levantó su mano con intenciones de tocarle, pero con la misma lentitud la dejó caer, conteniéndose.

—Cariño...

Draco se levantó sin prisa, aún en trance, ignorando a su madre preocupada. Deslizó la manga de su ropa por encima de la nueva marca, haciendo un casi imperceptible gesto de dolor. Se volvió hacia su padre, que tampoco se había movido de su lugar, como si deseara que este dijera algo. Sin embargo, Lucius desvió la mirada con la barbilla en alto.

El chico apretó la mandíbula, inundándose de rabia, y escupió con voz ronca, pero satírica:

—Espero que finalmente estés orgulloso, padre.

Y emprendió marcha hacia la puerta, ante la creciente tensión de la habitación.

Sentí cómo todo se me subía a la cabeza en un intento desesperado de huir, pero no había oportunidad, él caminaba demasiado rápido. Estúpidamente, lo único que hice fue pegarme a la pared como si ésta fuera capaz de absorberme, con el corazón desbordándose.

La puerta se abrió y cerró de un portazo, mientras él se deslizaba hacia afuera.

Me miró.

Sin expresión alguna, me miró a mí y rápidamente a su brazo cubierto por la tela de su camisa, como si en realidad lo tuviera al desnudo. Quise decir algo, pero las palabras se quedaban en el fondo de mi garganta.