Mi Hermanastro, el cuarto de los deseos ©

Cap. 46: Medidas drásticas

Capítulo 46

Medidas drásticas

Mamá se sentó en mi cama y me miraba insulsa, decepcionada y con tristeza ahogada, se veía su dolor pero no lo quería demostrar, trataba de verse comprensiva y calmada.

Yo no la quería ver, me quemaba el pecho.

—Nena —dijo suavemente tocando mi espalda—, no te asustes, solo quiero hablar.

—No puedo

—¿Por qué, cielo?

—No puedo si quiera mirarte, mamá, perdóname, perdóname por ser un fracaso en tu vida, perdóname —bramé

Ella solo me miraba con cierto recelo pero con comprensión.

—No puedo elegir de quién enamorarme —le dije—. No pude, no quería, fue solo un accidente que terminó gustándonos. Pero no es nada, no significa nada, para él… Pero ¿sabes qué? ¡Ya nada importa, mamá! Todo se fue a la basura, todo esto…

—Mira —dijo ella—, escuché la conversación que tuvieron hace un rato y… No sé por qué lo hiciste, ¿qué nunca viste como Nick se comportaba con sus novias? A todas las usaba, ¿creíste que contigo sería diferente?

Negué con la cabeza no como respuesta, sino como incredibilidad.

—Lo primero, no quiero discutir porque haya sido con Nick, quiero hablar de por qué lo hiciste sabiendo cómo es él, independientemente de que sea Nick, no puedes simplemente dejar llevar por tus emociones, tienes que conocer a la persona y una vez que la conozcas saber si esta es buena para ti. Sabes cómo es tu hermano, Valerie, no solo puedes dejarte llevar por las palabras lindas, con nadie, ni siquiera en una amistad, te invitarán a probar miles de sustancias, pero si sabes, si conoces que es aquello que te ofrecen y sabes que no es bueno para ti, simplemente lo ignoras, así todos te digan cuan placentero y maravilloso es. Piensa con la cabeza y el corazón, no puedes apartar tu cerebro del juego, tiene que estar ahí y tiene que jugar un papel muy importante, al igual que el corazón, tienes que sentir y vivir el juego para que lo disfrutes.

»Lo segundo, estoy completamente dolida y asombrada por saber que fue Nick quien conquistó tu corazón, con quien perdiste tu virginidad... —mi corazón se arrugó más de lo normal y mamá soltó lágrimas—. Dios sabe por qué hace sus cosas y tal vez era lo mejor para ti y Nick y no soy quien para juzgar sus actos, pero ¿Nick, Valerie? ¿Por qué él? Él es tu hermano —dijo gritando.

—No lo es, mamá —dijo suave.

—Sí, lo es, han vivido desde muy pequeños juntos, han compartido infinidades de cosas, se han comportado como tales, siempre se han odiado y amado como lo hacen los hermanos, puede que no sean hermanos de sangre, pero ¿lo sentimental no vale?

—¿Lo sentimental no vale? —devolví

—No con él, él es tu hermano, es… es pecado, es incesto.

—¡Mamá, Nick no es mi hermano, no es pecado! ¡Es solo un aparecido en nuestra vida!

—No hables así de él, él es mi hijo, el hijo de tu padre, y tu hermano.

La ignoré pero sentía rabia por dentro.

—Lo tercero, me duele profundamente en el corazón que me hayas mentido de esa manera y no solo a mí, a tu papá, a tus amigos… A Edward. —mi corazón se rompió al instante—. ¿Sabes cuan enamorado estaba Edward? ¿Sabes cuántas veces arriesgó su vida por la tuya? No pudiste haber hecho eso, no pudiste haber jugado con los sentimientos de otros solo por salvar algo imposible, no pudiste, Valerie. Estoy muy enojada, siempre he tratado de darte lo mejor y tú solo te burlas de mí.

—No, mamá —dije susurrando

—Sí, así es.

Se quedó callada calmando su llanto, y tratando de calmarse.

—Lo cuarto, lo último y lo más duro para mí —dijo levantándose y parándose frente a mí con los brazos cruzados—. Esto no puede seguir así, a mí no me engañan con esa “pelea” que acabaron de tener, ¿creen que creeré que ya no tienen nada? Están muy equivocados, ya no seré tan ingenua como antes, y como no estoy decidida a aguantarme esto más… —mamá se puso rígida y apretó sus ojos dejando caer dos lágrimas—. Te irás a vivir con tu verdadero papá.