Cap. 51: Llanto reprimido

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Capítulo 51

Llanto reprimido

Paula me miraba con una mirada amenazante, tenía odio en su voz y apretaba sus puños con fuerza, yo me giré y la miré con los ojos inyectados de rabia, no podía creer que después de haberme rebajado a pedirle disculpas, esta se atreviera a llamarme de esa manera y a tratar de formar pelea.

—Mira, mujer —dije acercándome de una manera amenazante—. No vine acá a pelear, ni a que me insultaras, ni a aguantarme nada de esta mierda, así que sólo quédate con la disculpa que te acabo de ofrecer y cierra la boca ¿está bien?

—No tengo por qué hacerlo —dijo acercándose también—. ¡TÚ ME QUITASTE A NICK!

—¡Yo no te quité a nadie! —grité irritada.

—¡Claro que sí, Valerie! ¡Me gustaba mucho Nick!

—Yo no lo sabía, yo no sabía quién eras tú, yo no sabía que estabas con Nick, ¡¡YO NO SABÍA NADA, PAULA, NADA!! Y en cierta manera no te lo quité porque él no estuvo contigo en una relación formal, y aunque te hayas enamorado, él no y a veces duele pero tienes que dejarlo ir.

—Pero creí que le gustaba —dijo triste.

—Tal vez le gustabas, Paula, pero no estaba enamorado de ti y eso sí que es una gran diferencia.

—¿Él está enamorado de ti?

—Yo creo que sí —dije sonriendo—, lo siento en mi corazón.

—¿Y cómo sabes que no te está minitiendo como a mí?

—Porque él me lo ha demostrado, y porque yo siento lo mismo por él.

—Suena patético —dijo riendo.

—Lo sé, demasiado cursi ¿no? —asintió con una sonrisa con dolor—. Pero así es.

Escuchamos que un carro se detuvo en seco frente a la casa de Paula, venía al parecer a mucha velocidad, apagaron el motor y cerraron la puerta estrepitosamente. Supuse que era la madre de Paula, que se le había quedado algo o pues, quién sabe. Golpearon la puerta muy fuerte.

Fruncí el ceño y miré a Paula quien tenía mi misma expresión.

—¿Te importaría abrir? —me dijo Paula.

Sólo me levanté y me dirigí hacia la puerta, abrí y Nick estaba tras ella con una cara de terror, estaba respirando rápido y pálido.

—¡¿Qué pasa, Nick?! ¡¿Qué tienes?! ¡¿Estás bien?! ¡Dios mío! ¡¡DIME!!

Él sostenía su mano contra su pecho y estaba muy agitado, empecé a sentir mucho temor, Paula llegó corriendo hacia la puerta y él la miró con profundidad y ella se sonrojó, miré la escena y me dieron algo de celos pero simplemente ignoré eso y me temía que podía pasar con Nick.

—Dime, Nicholas —dije un poco abrumada por la escena.

—Sólo quería saber si estabas bien, estaba preocupado, creí que... No sé, creí muchas cosas.

—¿Muchas cosas? No entiendo nada.

—Sólo tuve un mal presentimiento —dijo mirando a Paula con recelo.

Ella se removió incómoda y estaba cada vez más ruborizada, podía sentir la tensión entre ellos, ella le sonrió y él me miró pasando su sonrisa.

—Vámonos a casa, Valerie —me ordenó.

—No —dije sólo por llevarle la contraria, ya que quería salir de esa casa.

Mi Hermanastro, el cuarto de los deseos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora