Valerie es una chica de 16 años con un hermanastro mayor, Nick de 18 años. Su madre conoció a Jhonny su padrastro cuando ella tenía tan solo 2 años de edad. Valerie ha vivido casi toda su vida con ellos y siempre ha odiado a Nick, hasta una reunión...
—Despierta —me susurró al oído—. Papá y mamá llegan en unas horas y no les gustará vernos así.
Abrí mis ojos con dificultad debido a que todo el sol me llegaba a la cara, me levanté y me vestí.
—Ok, a trabajar —dije dándole un tierno y rápido beso cargado aún con el miedo.
—Me estás volviendo loco.
Reí y salí de la habitación corriendo para buscar mis canciones de hacer los deberes. Arctic Monkeys sonó por toda la casa y muchas bandas más nos acompañaron con sus clásicos.
—¿Preparado para odiarme de nuevo? —le dije sonriendo mientras él estaba limpiando un mesón en el cual estaba ubicado uno de los parlantes del equipo de sonido.
—¿Odiarte? Imposible. Pero me tocará hacer un muy buen papel mientras nos vigilan.
—Sí, que emocionante. —dije riendo como una niña pequeña cuando hace su primera travesura, bueno, la verdad no sé si la niñita se emocione al hacer una travesura, creo que su reacción sería de miedo al pensar en qué tan mala es y si sus padres la descubrirían, pero bueno, ese no era el caso.
Sonó el timbre y me sobresalté. Mi mirada se dirigió a Nick quien miraba la puerta con tristeza y desilusión.
—¡Hey, se supone que son nuestros padres que llegan de un largo viaje! ¡Tenemos que alegrarnos! —le dije sonriendo y dirigiéndome a la puerta
Me dispuse a abrirles y Nick plantó un fuerte e inesperado beso en mis labios, haciendo sonrojar y sonreír.
—No sé si pueda soportarlo, Val.
Sonó el timbre otra vez.
—¡Ay, no es para tanto! Podrás, podremos, vas a ver que sí. —dije dándole un pico y soltando mis manos de su cuello y eso... en definitiva seguía siendo raro.
Fui hacia la puerta y grité "muérete Nick" y le guiñé mi ojo. Él sólo rio.
—¡Mamá! —la abracé—. ¡Papá! —repetí el acto con él—. ¡Qué alegría verlos! ¡Bienvenidos a casa!
—Gracias, cielo. ¿Cómo te fue? —preguntó mamá.
Vi que Nick se acercaba, lanzándome una de sus asquerosas miradas de odio tal y como antes, mamá hizo una mueca al ver que nos estábamos mirando mal y Nick los saludaba alegremente.
—¡Hey! —chasqueó—. ¿Que cómo te fue?
—¡Ah! Bien ma, de maravilla —admití sonriendo.
—Bueno, y ustedes, ¿qué hicieron toda la semana? Quiero detalles. —dijo papá mientras seguía descargando las maletas en la sala.
Nos helamos ante esa pregunta, o bueno sólo yo. No habíamos planeado algún diálogo o algo que pudiera ser válido, nada.
—El primer día vinieron mis amigos. —soltó Nick—. Al segundo los de Valtonta.
—¡Nick! —lo reprendió papá.
Eso me dio risa.
—¡Qué raro! —dijo mamá—. Es la primera vez que no insultas o le pegas a Nick por decirte algo así.
—Él sabe que es un idiota. Se lo repito todos los días, al menos su cabeza puede procesar eso.
Vi como una carcajada se ahogaba en el rostro de Nick y en la de papá mientras hacía un ademán con la mano y riéndose de su hijo.
Empezamos a hablar sobre su hermoso viaje a Acapulco en el cual hicieron nuevos amigos, bailaron, tomaron muchas fotos y se divirtieron como no solían hacerlo. Nos mostraron sus fotos e intercambiaron aventuras con mucha alegría.
—Bueno, a dormir. —dijo papá después de un tiempo, un largo, largo tiempo lleno de sus chocoaventuras en Acapulco—. Estamos cansados, viajamos mucho y fue realmente agotador.
Diciendo esto todos nos levantamos, arreglamos un poco el pequeño desastre de maletas que había, apagamos las luces y nos fuimos cada uno a su habitación.
Una vez estando solos, Nick me miró con una sonrisa y me plantó un beso.
—¿Así que Valtonta, eh?
—Sí, soy un idiota... Soy tú idiota.
—Iré a dormir —dije dándole un tierno beso de despedida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
