«Stay close to me» [EN EDICIÓN] Viktor Nikiforov x lectora

❄ шестнадцать❄✔

Capítulo 16: Programa libre, las despedidas a veces son el inicio de una nueva felicidad.

Narra _____:

Yo estaba muy antes de conocerte, quizá no fue coincidencia encontrarme contigo, talvez esto lo hizo el destino, quiero dormirme de nuevo en tu pecho y después me despierte con tus besos.
Y no me canso de soñar contigo cada noche.

El sentimiento de la noche anterior se apodera una vez más de mí y me impide conciliar el sueño.

No supimos bien
Ni cómo querernos
ni cómo dejarnos,
y ahora no sabemos cómo olvidarnos.
Somos una sucesión implacable
de incompetencia
y ensañamiento.

Noche tras noche van creciendo mis sentimientos hacía ti, extrañándote viendo el vacío que has dejado en mí. Recordar la sensación de tu piel contra la mía, la calidez que me transmitías con cada caricia que me dabas ahora quedo solo como un hermoso recuerdo que me acompaña en noches como ésta, donde tu ya no estas a mi lado. 

El sentimiento me consume lentamente toda la noche y no me deja dormir pensando en qué estas haciendo o si estas pensando en mí. Mi mente me pide a gritos buscarte y revivir aquella sensación que has dejado tatuada en mi ser pero recuerdo aquellas palabras que me dijiste cuando me dejaste que a mi corazón causa tanto dolor y las ganas allí, en solo un pensamiento, no más. Me duele amarte, me duele porque con una sola mirada tuya haces que mi corazón se acelere y que con tus palabras dulces se desborde tanta felicidad que no cabe en mí pero al mismo estas mismas palabras cubiertas de dulce miel se conviertan en unas espinas filosas y venenosas que me lastiman hasta el alma.

Salí de la habitación y fui al bar del hotel que aún permanecía abierto para las personas que necesiten un buen trago a altas horas de la noche, personas como yo. No suelo tomar, llevaba años sin hacerlo que mi paladar extrañaba ese sabor amargo que quema la garganta aunque sea solo una vez más. Ya había dejado el alcohol en el pasado pero es lo único que se me ocurre para aliviar mis penas ésta noche.

Un trago de Vodka pasa por mi garganta y trato de concentrarme en el sabor y dejar mis problemas aun lado. No me excederé aunque quiera hacerlo, tengo una competencia mañana al mediodía. Nunca había tomado mas tres tragos y mucho menos para desahogarme, solía hacerlo por convivir o por gusto. Nadar es mi primera opción para descargar mis emociones pero la piscina estaba cerrada, la sensación del agua cubrirme y abrazarme haciéndome flotar me relajaba y cuando estaba frustrada nadaba a velocidad para que la ira fluyera con el agua y ésta se deshiciera de ella entre la espuma. 

Antes de embriagarme pagué mi cuenta y me fui a la habitación, entre a la fría cama y la noche me arrulló con su tranquilidad hasta que mis parpados se cerraron lentamente, lo último que vi al dormir fue el recuerdo de tu rostro sonriéndome.

(...)

Hoy desperté con ganas de besarte, una sed de acariciarte, enredarme a ti y no soltarte. No hubo mejor manera que despertar con tu aroma rodeándome al amanecer, descansé bien. Contemplar tu rostro durmiente es lo que hubiera preferido mirar en vez de la puerta del armario. Suspiré y me estiré para alejar esos sentimientos y concentrarme, este momento no es para deprimirme, debo ganar.

Miré el reloj y ya eran las 9 de la mañana, casi sin tiempo de desayunar y mucho menos para entrar a la pista y entrenar un poco, lo de ayer no fue suficiente, los saltos necesitan más fluidez y la piruetas más rotación. Me vestí lo más rápido que pude y al sacar apresuradamente mi sudadera un objeto cayo de un abrigo al piso, el eco del impacto resonó en toda la habitación justo antes de que saliera corriendo por la puerta.