5. Max

130 15 5
                                    

Después de gimnasia, Valerie y yo tuvimos clase juntas. Ibamos a quedar después de las clases con Josh, y pasar un rato juntos.
Cuando no había nadie fuera de clase fui a mi taquilla a dejar unos libros y vi a mi padre.

-Hola, papá- dije-. Ya hice amigos -sonrío- Me han invitado a pasar la tarde con ellos porfa di que me dejas- puse ojitos de corderito

-Vale... pero no llegues tarde a casa

-Perfecto- y le di un abrazo

Salí hacia mi coche porque antes de quedar iba a darme una larga y relajante ducha ardiendo.

Al llegar a casa me tiré un rato en el sofá y al cabo de un rato, me dirigí a la ducha. Cogí lo que me iba a poner, que eran unos simples pantalones negros y una camiseta básica blanca de pico.

Antes de meterme en la ducha, metí en la pequeña radio que tengo en el baño mi disco de Ed Sheeran, puse la canción 3 y me metí en la ducha.
Después de ducharme y vestirme bajé a la cocina a picar algo y ver la tele.
En Disney Channel echaban Phineas y Ferb... muy tentador. Demasiado.
No dudé en ponerme a verlo.

Antes de que me diera cuenta ya eran las 2:45 y había quedado en el Dunkin Coffe con los chicos.
Me habían mandado la ubicación, aún no sabía muy bien moverme por aquí.
Salí corriendo de casa y me metí en el coche.

Cuando llegué aún no estaban, quedamos a las 3 y eran menos cinco... me tocaba esperar.

Busqué una mesa libre para tres y me senté. De ahí a un rato llegaron un montón de chicos altos, guapos y extremadamente ruidosos, uno de ellos... santa mierda... ¿es que me seguía o algo?
Luke también se dio cuenta y se acercó a mi mesa.

-Hola- dijo sonriente

-Hola- conteste sin ganas

-¿Que tal, princesa?

-No me llames princesa, le harías un gran favor a tu nariz si no lo vuelves a decir- sonreí con evidente sarcasmo-. Ahora, si no te importa, estoy esperando a alguien- su cara se tornó seria

-¿Tu novio?- dijo con burla

-Justamente- durante un segundo se quedó en blanco-. Ahora si me disculpas, me encantaría esperar sin ti cerca

En ese momento aparecieron Josh y Valerie.
Agité las manos para que vieran dónde estaba y se acercaron

-Hola preciosidad- dijo Josh.

En cuanto dijo eso, Luke se fue medio enfadado a la mesa donde estaban sus amigos. Me hizo mucha gracia.

-¿Qué le pasa a ese?- preguntó Valerie con una sutil cara de asco

-Creo que se cortó la luz cuando estaba en la incubadora- dije. Se rieron.

Pedimos tres descafeinados y tres donuts.

El sitio me gustaba, y lo que pedimos estaba muy rico.

-¿Os apetece ir al cine?- preguntó Josh

-Hay una nueva peli de Nick Robinson- dijo Valerie- ¡QUIERO VERLA!- gritó.

Se dio cuenta de lo que acababa de hacer. Se puso rojisima.

Reí tanto que hasta lloré de la risa y Josh otro tanto de lo mismo.
Toda la cafetería nos miraba. Normalmente me daría muchísima vergüenza pero hoy me daba completamente lo mismo. Me lo estaba pensando muy bien.

Pagamos y salimos del establecimiento hacia el cine más cercano.
Vimos la peli y, a mi pesar, lloré desconsoladamente, al igual que todos los de la sala.

-Me ha ENCANTADO- dijo Josh

Nos reímos y hablamos de camino a nuestros coches.

-Hasta mañana- dije

-TE QUIERO- gritó Valerie y Josh me lanzó un beso. Les adoraba y sólo les conocía de hoy.

Me subí a mi coche y fui a casa pero pasó algo de camino.
Vi una hamburguesería y... bueno... no hace falta que diga que entré. Cogí un pedido para llevar.

Después de mi pequeña, pero esencial parada, llegué y aparqué fuera. Allí había varios coches.
Escuché más ruido del estrictamente necesario saliendo de mi casa.
Por favor que mi padre no haya hecho lo que creo que ha hecho pensé.
Cogí mi bolsa y entré. Al parecer mi padre había hecho justamente lo que creía. Dentro había 9 chicos en mi sofá.
MI sofá.
Lo raro era que me resultaban familiares.

Todos se giraron para verme.

-Hola- dijo un chico muy guapo

-Eeeeee... si... Hola- dije sentándome en el único sitio libre.

-Chicos, está es mi pequeña, Max- todos me miraron de arriba a abajo-. Como alguno de vosotros se le venga por la cabeza salir con ella, que se considere más que muerto. Si queréis ganaros mi respeto y afecto, vuestra obligación es protegerla y os tiene que caer más que bien... ¿entendido?- todos asintieron y rieron

-Espero que sea broma- negó serio. Puse mala cara y me dirigí a los chicos-. Como alguno de vosotros se ría de mi, de mis nuevos amigos o se crea mi padre 2.0... se queda sin descendencia- se rieron pero sabían que no estaba en ese momento de broma.

Después de una conversación de lo más embarazosa impartida por parte de mi padre (y a mi pesar, mientras me tomaba mi deliciosa hamburguesa), en ese momento, en el que pensaba que no podía haber nada peor... alguien más entró por la puerta.

¿Que quién? Creo que ya resulta obvio... el mundo me odia.

Dos docenas de rosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora