23. Max

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Abrí lentamente los ojos.
El techo blanco era lo único que podía ver. Intenté moverme, pero sin éxito; un brazo me impedía levantarme. Me revolví bajo él. Nada.
Miré mi reloj. Eran las 7 de la mañana. Tenía una hora y media para ir al instituto.

-Luke- susurré- ¡Luke!

No sé si pasaba de mi o realmente estaba dormido.

-¡Luke, hostia!

Abrió sus ojos de golpe.

-Dios Max... semejante susto

Me reí.

-No apartabas tu brazo... y sigues sin hacerlo

-Es que resulta que me encuentro muy cómodo así- dijo mientras posicionaba sus brazos al rededor de mi cintura, girando, causando que yo acabara encima de él.

Mis manos aterrizaron en sus hombros, cerca de su nuca. Mis antebrazos estaban completamente apoyados en su pecho.
Nos miramos un buen rato a los ojos.
A veces me olvido de lo azules que son. Son grisáceos pero del color del mar... no sé explicarlo con exactitud.
Nos fuimos acercando poco a poco, y aunque nunca lo diría en voz alta... echaba de menos el sabor de sus labios.
Cuando quedaba un centímetro entre ambos, oímos el sonido de la cisterna del baño y la puerta abrirse. Nos separamos al instante.

-Por fin os despertasteis, chicos. Ya iba siendo hora

-¿Qué haces aquí?

-Pues traerle las cosas a Max

Me levanté y cogí la bolsa que tenía en la mano.

-Gracias Peter- le dije mientras le daba un beso en la mejilla

-Te deseo suerte- le miré sin entender

Inspiró hondo.

-La ropa la eligió Valerie

Oh. Dios. Santo.

-No pasa nada. Con suerte no será para tanto

Me fui al baño para cambiarme. Abrí la bolsa con miedo y me sorprendí al ver lo que contenía. Era una falda de tubo negra, una camiseta blanca , una chupa de cuero y mis vans altas. Para haber elegido el conjunto Valerie no es tan atrevido como pensaba que sería. Mucho mejor.

Al salir del baño percibí cuatro ojos sobre mi.

-Me lo esperaba más atrevido- dijo Peter

-Y yo, la verdad

Luke nos miraba con la boca abierta.

-¿Es en serio? Si se le marca todo

-Por que tiene algo que marcar, Luke

-Pero los chicos van a abalanzarse sobre ella

-No Luke, no lo van a hacer

-Si. Tu mírala

- Estás paranoico hermano

-No tío... mira la falda... es muy... pegada

-Las de tubo son así, entérate- le contestó

Yo no podría ocultar mi risa más tiempo.
En ese momento apareció una enfermera con el desayuno de Luke.

-Nos quedamos un rato más pero ya nos va a ser hora

-No os preocupéis, no me voy a morir por desayunar solo- miró a la enfermera-. Muchas gracias- dijo antes de que desapareciera por la puerta junto a una gran sonrisa

-Ya

-Y total... mañana ya voy al cumple de Max

-Y una pregunta- intervine- ¿dónde se supone que vas a vivir?

Dos docenas de rosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora