...
Al acabar de arreglarme para la fiesta, algo, o más bien, alguien, me impidió salir por la puerta. Era Harley.
-Harley... déjame salir
-Valerie me dará 20$ si consigo retenerte cinco minutos
-Harley...- dije perdiendo la paciencia
-Si te quedas quieto te daré la mitad de mis beneficios
-Hecho
Y eso es lo que hice. Me quedé quietecito hasta que Valerie me dijo que podía salir, eso si... con los ojos cerrados.
Al abrirlos a la primera a la que vi fue a Harley. Llevaba una falda de tubo blanca y un top amarillo a juego con los zapatos. Su pelo estaba suelto y algo revuelto.
La segunda fue Valerie. Como siempre, combinó rojo y negro. Su vestido ajustado, labios rojos y tacones harían que mi amigo sufriera una taquicardia al verla.
Y Max... ella... Dios... estaba preciosa. Llevaba el vestido que le regaló Valerie, una coleta alta y sus Vans.-Estás preciosa
-Gracias- dijo riendo
Lo intente, pero no podía apartar la vista de su cuerpo en ese vestido.
Max se agachó lo suficiente para que nuestros ojos se encontraran.
Me sonrió y yo hice lo mismo.-No es por cortar vuestro rollo de "encontré a mi medio limón" pero ya es hora
-Valerie... es naranja- le dijo ella
-¡Te dije que mi pintalabios parecía naranja y no me hiciste caso!
Reímos
-¿Qué pasa? Me perdí
-Valerie... media naranja... no medio limón- le aclaré
Volvimos a reír; esta vez Valerie se nos unió. Miró la hora de su móvil.
-En dos minutos estarán aquí... bajad ya
-No sé cómo haces para llegar a tiempo cuando tardas tanto, en serio
-Te informo de que esta vez tardamos un poco más de lo previsto porque tu aún-no-novia no quería ponerse unos bonitos tacones
-A mi me gusta así- dije mirando a Max intentando no sonrojarme por lo que dijo
-¿En serio que aún no superáis lo de novios?
Nos miramos durante un buen rato.
-Me tomaré ese silencio como un no- Harley no paraba de reír
Bajamos y en el salón nos encontramos con Bill.
-Chicos, un poco de alcohol si, drogas no
-Vale papá
-Llegáis a venir borrachos como cubas y os hecho de casa... no es en broma
Asentimos.
-Por cierto cariño, estás preciosa
Max le sonrió.
-Es hora ya... hasta luego, señor Allen- dijo Valerie
-Luke, ven un momento- me acerqué-. Que Max se lo pase bien pero cuida bien de ella, confío en ti- me susurró para que las chicas no oyeran
-No se preocupe... está en buenas manos
Asintió y nos dejó ir.
En el momento en el que salimos por la puerta, ante nosotros apareció una gran limusina negra.
Max se quedó asombrada.-¡No jodas!- exclamó
Jane se asomo por la ventanilla.
-¿No creerías que no cumplirías 18 con estilo, no?- rió- Estás preciosa, por cierto
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Dos docenas de rosas
Novela JuvenilChica nueva y chico popular. Típica historia cliché. Aunque esta vez con un giro de 180 grados. Max y Luke no son como el resto. Experimentaron cosas que no se merece nadie. Y sin embargo, experimentarán cosas que todo el mundo quiere.