24. Luke (parte 2)

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...

Al acabar de arreglarme para la fiesta, algo, o más bien, alguien, me impidió salir por la puerta. Era Harley.

-Harley... déjame salir

-Valerie me dará 20$ si consigo retenerte cinco minutos

-Harley...- dije perdiendo la paciencia

-Si te quedas quieto te daré la mitad de mis beneficios

-Hecho

Y eso es lo que hice. Me quedé quietecito hasta que Valerie me dijo que podía salir, eso si... con los ojos cerrados.
Al abrirlos a la primera a la que vi fue a Harley. Llevaba una falda de tubo blanca y un top amarillo a juego con los zapatos. Su pelo estaba suelto y algo revuelto.
La segunda fue Valerie. Como siempre, combinó rojo y negro. Su vestido ajustado, labios rojos y tacones harían que mi amigo sufriera una taquicardia al verla.
Y Max... ella... Dios... estaba preciosa. Llevaba el vestido que le regaló Valerie, una coleta alta y sus Vans.

-Estás preciosa

-Gracias- dijo riendo

Lo intente, pero no podía apartar la vista de su cuerpo en ese vestido.
Max se agachó lo suficiente para que nuestros ojos se encontraran.
Me sonrió y yo hice lo mismo.

-No es por cortar vuestro rollo de "encontré a mi medio limón" pero ya es hora

-Valerie... es naranja- le dijo ella

-¡Te dije que mi pintalabios parecía naranja y no me hiciste caso!

Reímos

-¿Qué pasa? Me perdí

-Valerie... media naranja... no medio limón- le aclaré

Volvimos a reír; esta vez Valerie se nos unió. Miró la hora de su móvil.

-En dos minutos estarán aquí... bajad ya

-No sé cómo haces para llegar a tiempo cuando tardas tanto, en serio

-Te informo de que esta vez tardamos un poco más de lo previsto porque tu aún-no-novia no quería ponerse unos bonitos tacones

-A mi me gusta así- dije mirando a Max intentando no sonrojarme por lo que dijo

-¿En serio que aún no superáis lo de novios?

Nos miramos durante un buen rato.

-Me tomaré ese silencio como un no- Harley no paraba de reír

Bajamos y en el salón nos encontramos con Bill.

-Chicos, un poco de alcohol si, drogas no

-Vale papá

-Llegáis a venir borrachos como cubas y os hecho de casa... no es en broma

Asentimos.

-Por cierto cariño, estás preciosa

Max le sonrió.

-Es hora ya... hasta luego, señor Allen- dijo Valerie

-Luke, ven un momento- me acerqué-. Que Max se lo pase bien pero cuida bien de ella, confío en ti- me susurró para que las chicas no oyeran

-No se preocupe... está en buenas manos

Asintió y nos dejó ir.
En el momento en el que salimos por la puerta, ante nosotros apareció una gran limusina negra.
Max se quedó asombrada.

-¡No jodas!- exclamó

Jane se asomo por la ventanilla.

-¿No creerías que no cumplirías 18 con estilo, no?- rió- Estás preciosa, por cierto

Dos docenas de rosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora