Entonces puedes arrastrarme a través del infierno, si eso significa que podré sostener tu mano.
Te seguiré porque estoy bajo tu hechizo
Y puedes arrojarme a las llamas del infierno. Yo te seguiré, te seguiré.
•Palabras altisonantes.
•Capítulos larg...
El auto se detuvo frente a su hermosa casa de madera rodeada de árboles enormes con hojas grandes color verde que el viento movía lentamente mientras algunas hojas caían al rededor de estos. Jimin quitó sus llaves y abrió su puerta encendiendo las luces para tener una buena iluminación antes de entrar y de despertar a Tae que aún se encontraba en el auto durmiendo.
Jimin no quería despertarlo, se veía realmente cansado y lindo mientras dormía recargado en el asiento mientras algunos mechones de cabello color platinado bajaban por su delicado rostro haciendo que se despeinara dándole un aspecto diferente al que tenía de modelo perfecto y bien arreglado. Aunque no quería despertarlo tenía que hacerlo porque no lo dejaría en el auto con la oscura noche que tenía rodeándolo y el viento frío que recorría por todo el lugar.
—Taehyung...—habló temeroso mientras tocaba suavemente el hombro de Tae para que este abriera los ojos.—Despierta hemos llegado.
Tae comenzó abriendo sus ojos lentamente mientras soltaba un ronquido al ver a Jimin parado frente a él con la nariz roja por el frío que corría por toda su cara. En ese momento pensó que en verdad los ángeles existían y estaba viendo uno en ese instante, con el cabello castaño y una figura perfecta casi tan perfecta como la de Jungkook.
—Sal del auto, hace frío aquí afuera.—los pensamientos de Tae fueron interrumpidos al escuchar la pequeña voz chillona de su diseñador hablar.—Vamos a mi casa.
Hizo caso a lo que le decía un poco somnoliento se levantó del asiento donde anteriormente estaba descansando y salió a la fría y oscura noche temblando por el viento helado que hacía contacto con su piel, caminaba detrás de Jimin hasta llegar a la casa donde él vivía.
—Pasa, puedes tomar asiento.
Taehyung quedó asombrado por el gusto tan sencillo que tenía Jimin, ahora entendía como se convirtió en el mejor diseñador de la empresa. Tenía un gusto realmente bueno para todo.
—¿Quieres hacer algo en especial?—preguntó Jimin mientras ponía la calefacción para estar más cómodos.
—Yo quiero ver una película.
—Claro, ahí está el televisor puedes encenderlo y buscar alguna que te agrade mientras te sirvo un vaso con agua.
—Eres muy amable Park.
Jimin se dirigió a la cocina para poner a calentar agua y tomar su té negro de siempre mientras servía un vaso con agua de mango para Taehyung, dulce como él. Taehyung se encontraba buscando alguna película que pudiera gustarle a ambos pero el silencio de aquella casa fue interrumpido al sonar el timbre.
—¿Ugh? Que extraño, nadie más vive por estos rumbos debe ser alguien que necesita ayuda.—habló Jimin mientras se dirigía a la puerta.
Normalmente las personas a las cuales se les descomponía su auto en la carretera acudía a Jimin porque era la única casa cerca de ahí. Pero al abirir la puerta notó a Jungkook con una caja en sus brazos tembloroso por el frío que estaba haciendo.
—¿Jungkook? ¿Qué haces aquí?.
—¿Pu-puedo pasar?—preguntó apenado.
—Pasa, te daré un café estás más frío que un muerto.
—Gracias, traje pizza.
Jungkook pasó a la casa de Jimin dejando la pizza sobre la pequeña mesa que se encontraba en la sala donde estaba Taehyung furioso sin ver a Jungkook siguió buscando la película que verían esa noche. Jungkook tomó asiento a un lado de Tae pero este no le dio importancia.
—¿Cómo supiste donde vivo?—Jimin colocó el café de Jungkook a un lado de la pizza mientras le daba su vaso con agua a Taehyung.
—Le pregunté a Jackson y él me hizo el favor de traerme con ustedes.
Jimin se quedó boquiabierto al escuchar esas palabras por parte de Taehyung, mientras afuera se escuchaba el motor de un auto Tae tomó sus cosas y salió de la casa alcanzando a Jackson para regresarse con él.
—¿Qué l-le pasa a Taehyung?.
—No sé, a veces actúa raro porque tiene problemas en la cabeza pero ya se le pasará.—mintió Jungkook.
—Pobre Taehyung...
—Entonces Jimin... Estamos solos.
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