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—Jeon sabes que no me gusta la oscuridad.—chilló Jimin.

—Sólo unos pasos más y ya, ¡deja de temblar tanto por dios!.

—¡Cómo me pides eso cuando me haces caminar con los ojos vendados!.

—Tranquilo, confía en mí.

—Está bien, yo te seguiré.

—Perfecto, ahora guarda silencio.

Jungkook guiaba a Jimin con cuidado de no chocarlo con algo que pudiese lastimarle, mientras este repetía varias veces que dejara destaparle los ojos pero Jungkook se negaba.

Jimin le tenía miedo a la oscuridad o tal vez le tenía miedo a la sensación de no ver nada. La voz de Jeon era lo único que lo tranquilizaba, de no ser por él ya se hubiera desvendado los ojos. Paso a paso caminaba siguiendo las instrucciones de Jungkook para ir por el camino correcto mientras tomaba fuertemente la mano de Jeon para ocultar el miedo que recorría su cuerpo.

—¿Cuánto falta?.

—Doblaremos a la izquierda y ahora subiremos unas cuantas escaleras.

Jimin seguía haciendo caso a las instrucciones que le daban, tenía la mano izquierda entrelazada con la de Jungkook y la derecha tocando ligeramente una pared para no perder el equilibrio. Escuchó el sonido de una puerta abrirse y de inmediato sintió un fuerte golpe de viento chocar contra su cara, moviendo su cabello y enfriando sus mejillas.

—¡Jungkook! ¿Dónde estamos?.

—Ya casi llegamos sólo unos cuantos pasos más.

—Hace frío aquí.—dijo mientras daba los últimos pasos que necesitaba.

—Por eso te pedí que vinieras abrigado. Puedes destaparte los ojos.

—Ya era hora, esa cosa me dejará la vista nublada si me la dejo un po...

—¿Te gusta?.—interrumpió.

—Jungkook... Yo... No sé que decir.

Jimin observaba boquiabierto la cena que Jungkook había preparado para ellos.
Era realmente hermoso, la mesa portaba un mantel color rosa pálido con luces de colores como fondo. Dos platos de lasaña y copas de vino tinto, sin hablar de el hermoso paisaje que portaba la zona más alta de el departamento donde Jungkook vivía; la azotea tenía era rodeada por un hermoso barandal totalmente de cristal, podías ver las luces iluminar la cuidad mientras el viento helado recorría cada parte de tu cuerpo.

—Toma asiento.—Jungkook jaló la silla dando espacio para que Jimin se sentara y él tomar asiento en la parte de enfrente.

—Jungkook esto es hermoso...

—Es hermoso porque estás tú.

Jimin pintó una sonrisa en sus labios sintiendo como sus mejillas ardían levemente.

Para Jungkook ver a Jimin sonreír era su vida entera, ver como las comisuras de sus labios se levantaban dejando ver sus blancos y perfectos dientes, aunque uno de estos era un poco chueco él los amaba. Amaba ver como sus ojos desaparecían convirtiéndose en dos líneas, amaba a Park Jimin.

—Provecho.

—Provecho.

Mientras cenaban y chocaban sus copas de vino conversaban sobre cosas de su vida privada y un poco sobre el trabajo, también bromeaban sobre ellos mientras el efecto de el alcohol hacia un poco de las suyas. Jeon tenía que ser consciente de que no podía dejar a Jimin ahí por mucho tiempo ya que se había quedado de ver con Taehyung y Tzuyu a las 11:00 pm exactamente.

Pero Jimin estaba fascinado, casi como Jungkook por él.

Jimin quiso observar un momento la hermosa cuidad en toda su tranquilidad, siendo apagada poco a poco por lo tarde que era. Cerró sus ojos para sentir y disfrutar la briza que le brindaba la noche, cuando sintió a Jungkook abrazarlo por detrás.

—La luna es hermosa.—suspiró Jimin.

—Y tú eres como ella.

—¿Uh?, ¿Por qué lo dices?.

—Porque estás para admirarte, pero no para tocarte.

—Sólo tú me puedes tocar.

Jimin volteo a ver los ojos de Jungkook, ese marrón perfecto en sus ojos lo derretía cada vez que fijaba su mirada en ellos.

Y la noche no podía acabar sin un beso.

Se besaron como si no lo hubieran hecho en años, como si fuera el último de todos los besos que se darían. Sintiendo la necesidad del otro por tocarse, por unirse y convertirse en uno mismo, rosando sus labios húmedos y pasando suavemente su lengua por ellos hasta sentir que la respiración era acelerada y el oxígeno se acabaría en cualquier momento.

Ambos se separaron, Jimin portaba nuevamente ese color rosita en sus mejillas y Jeon una sonrisa inconsistente por las sensaciones que su enamorado le regalaba. Tomó a Jimin de la cintura y regresaron al departamento, podría recoger todo el desastre después.

—Tu hogar es bastante cálido.

—Es porque activé la calefacción, a veces el frío no me deja hacer mis cosas.

—Deberías invitarme a dormir algún día, yo podría darte calor.—dijo riendo.

Jungkook también reía por aquel comentario ¡Claro que se tenía que quedar a dormir con él!, era uno de sus planes pero hoy no sería ese día. Mientras ambos se miraban fijamente Jeon volteó a ver el reloj ¡Mierda! 10:58 en dos minutos Taehyung y Tzuyu estarían ahí.

«¿Qué voy a hacer?»—pensó Jungkook.

El cuerpo se le congeló y su corazón comenzó a palpitar fuertemente, Jimin no podía ver a Tzuyu.

—Jungkook, ¿estás bien?.—preguntó Jimin.

¡Ding Dong! sonó el timbre.















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Es que no sirvo para escribir eso morras :'v pero bueno ya les traje su actualización para que vean cuanto l@s amo. Cjau ojalá les haya gustado porque siento que no quedó como esperaba :( ♡

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