Capítulo trece

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Hola a todos, por fin regreso después de un largo tiempo, espero no ausentarme así por mucho tiempo, pero quien sabe, espero les guste el capitulo, algo corto lo sé, pero es mientras agarro el hilo de la historia otra vez.

Nos estamos leyendo, disfruten!!

Jack

Llegó el viernes, era hora de irnos a la nueva casa, estoy emocionado pero nervioso a la vez.

Manager: El camión de la mudanza ya esta aquí, es hora de irnos.

Jack: Por supuesto.

Bajamos a recepción y entregamos las llaves de las habitaciones.

Recepcionista: Muchas gracias, esperamos que se la haya pasado muy bien.

Jack: Si, muy bien el servicio, hasta luego.

Recepcionista: Hasta luego.

Salí del hotel y nos subimos a la camioneta que esperaba por nosotros. El camino estaba tranquilo, y el lugar era hermoso.

Manager: Jack, necesitamos hacer público tu retiro temporal, contactamos a la televisora para hacer una video llamada.

Jack: De acuerdo, pero que sea rápido, es molesto cuando de la televisora se trata.

Segui mirando hacia la calle el resto del camino, hasta llegar frente a una reja bastante grande de metal con adornos de cobre y pintada de plata con un poco de dorado, sin duda reclamaba que era de alta clase y mucha seguridad, me gusta eso.

Obviamente la privada estaba dividida en casas, chicas, medianas y grandes, a papá siempre le han gustado las más grandes, y esas estaban más alejadas de la entrada, una ventaja supongo.

Cuando llegué, había otro camión de mudanzas en la casa de al lado, parece que los dos somos vecinos nuevos. Me bajé de la camioneta para entrar a mi nueva casa, estaba por voltearme completamente pero sentí un agarre muy fuerte desde mi espalda, eso me asustó mucho, pensé que al fin iba al tener una vida tranquila pero no es así, no sabía que hacer, si voltearme y quitarme a la persona de encima o llamar al mismo mánager para que me la quitara pero él hacer eso significa que llamaran a la policía y definitivamente no quiero eso.

Me voltee para quitarme a la persona de encima con cuidado, cuando la vi se me hizo conocida, ya la había visto en algún lugar.

Astrid: ¡No puedo creer que realmente seas tú! ¡Aaahhh!

Jack: Ahm, si soy yo, jaja.-Hice una risa forzada.

De verdad quería quitarmela de encima pero no se como, no quiero que se ofenda. Pero en ese momento una voz que ya conocía la jaló para que se safara del agarre.

Hipo: ¡Astrid ya basta, lo vas a asustar, mira como está!

Astrid: ¡Suéltame!, ¡¡no todos los días puedo abrazar a Jack Frost!!

Hipo: ¡¡¡De que te quejas si lo tendrás cómo vecino!!!, ¡¡¡lo vas a poder ver todos los días así que cálmate y ya cállate!!!

La chica, que al parecer se llama Astrid, no dijo nada más, cuando vi a Hipo éste realmente estaba enojado, no creo que hubiera necesidad que le gritara de esa forma.

Astrid: Te odio.- dijo en un susurro casi inaudible.

Hipo: ¿Cómo dices?

Astrid: ¡¡Te odio Hipo Abadejo!!

Del odio al amor, solo hay un paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora