...-7-...

46 10 1
                                        

Samantha cerró los ojos y los abrió lentamente. Acaso, ¿Hayle ya le contó la verdad a los señores Thompson o estaba esperando hasta ahora para contarselos?. Aunque con la expresión de sorpresa, pareciera nula la idea de que sabía sobre la identidad de la empleada de los Thompson.

—Hayle, ¿Qué haces aquí?.

—Esperen, ¿Ustedes se conocen?— pregunto la señora Thompson asombrada.

—Si, nos conocemos del orf...

—¡De Warren!— interrumpió Hayle a la sirvienta quien de pronto estaba muy confundida— somos de la misma clase al igual que Logan.

Miró al chico que estaba junto a ella y le sonrió tiernamente. Samantha sólo quería salir corriendo de ahí.

—Bueno, Samantha. Toma asiento— dijo autoritario el Señor Thompson.

—De ésto queríamos hablarte. A partir de hoy también le sirves a Hayle, la novia de Logan— sonrió la señora Thompson.

Samantha abrió los ojos incrédula. Hayle le dio una mirada burlona mientras finjía sonreirle cariñosamente.

—De acuerdo, Señora Thompson. Será un honor— más tarde se golpearía por ser tan mentirosa.

Así sin más, la charla terminó. Los señores Thompson salieron ante un llamado importante del trabajo y Logan ahora estaba despidiendo a Hayle. Éste apenas cerró la puerta, fue interceptado por la mirada gris de Samantha.

—Asi que... Hayle es tu novia— Logan la ignoro y siguió su camino hasta las escaleras, antes de dar un paso, una voz lo detuvo —¡Espera!, tú no le dijiste nada a tus padres.

—Y no lo pienso hacer— Samantha le agradeció con la mirada— No vuelvas a hablarme y no te acerques a mi en la secundaria. No quiero problemas contigo, rata.

Samantha lo miró divertida. Sabía que una persona normal, se enojaría ante el tono grosero o se pondría triste por el apodo denigrante. Pero ella creía conocer bien a Logan Thompson y sabía que él nunca hacia ese tipo de cosas. Tal vez sólo era lástima, pero ella se lo agradecia.

Cuando iba camino a Fitter House, una bocina de auto llamo su atención. Corrió al descapotable de la Señora Thompson.

—Samantha, ¿Podrías subir un momento?—dijo señalando el asiento de copiloto seria.

—Claro, Señora Thompson.

Subió con suma cautela de no dañar aquel prestigio de auto y cerro la puerta suavemente. Luego se volteo hasta la Señora Thompson esperando ver su usual sonrisa, pero en cambio vio una seriedad como la de las madres cuando van a regañar a sus hijos.

—Verás, Samantha. Hay algo que me preocupa mucho y temo que estés en peligro— suspiró observando los ojos grises de la joven.

—No se preocupe, Señora Thompson. Todo está muy bien— sonrió falsamente.

—A lo que me refiero, es a las personas que llamas amigos —Samantha nunca había estado tan confundida— me refiero a Jaxon Reagan en específico.

Samantha habrío los ojos con sorpresa.

—¿Qué sucede con él? —Preguntó dudosa.

—Samantha, él es justamente el tipo de persona que debes evitar. Es peligroso y podría hacerte daño.

—¿Qué tipo de daño? —Se sentía tan fuera de lugar.

—Solo alejate de él. Prometemelo— la miró suplicante. Samantha enseguida asintió.

Controlando Al MonstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora