La primera clase del año siempre era la peor. Sólo giraba en torno a presentaciones de alumnos nuevos y ver cómo todos hablaban con sus amigos de lo bien que pasaron sus vacaciones, algunos viajando a otros países y otros estrenando sus nuevos coches de lujo.
Pero Samantha se mantenía con la cabeza gacha en la fila del medio en el cuarto asiento contando desde adelante hacia atrás.
Sólo alzó la cabeza cuando su maestra habló llamando la atención de todos.
—Éste año tenemos el agrado de recibir a dos alumnos nuevos que se integrarán a ésta clase. Son Hayle Johnson y Jaxon Reagan. Ambos vienen de muy lejos por lo que les pido que los reciban amablemente y traten de entablar alguna conversación con ellos.
Todos los chicos miraban boquiabiertos a Hayle quién caminó por el pasillo ondeando su largo cabello negro lacio hasta el último puesto de la primera fila, justo a un lado de Logan quien sonrió.
Pero las chicas de la clase no se quedan atrás. Están tan concentradas en el chico nuevo que ni prestan atención a la escena que su queridísimo Logan esta montando con Hayle entre sonrisas y miradas furtivas. Todas observan a Jaxon desde su cabello rubio dorado y ojos azules verdosos hasta sus lujosos y brillosos zapatos negros a juego con su ropa. Incluso Samantha lo observa impresionada, pero no por su ropa o sus atractivos físicos, sino porque es aquél chico que estaba junto a los hombres de negro que visitaron a los Thompson.
Él chico avanzó por el salón buscándo un asiento disponible hasta que detuvo su vista en los ojos asustados de Samantha. Se quedaron ahí con la mirada fija en el otro. Jaxon esperaba que no le reconociera ahora que estaba sin sus gafas oscuras y Samantha esperaba que no la reconociera ahora que estaba sin su traje de sirvienta.
Ambos estaban equivocados.
Desde el fondo alguien ahogó una carcajada mientras la maestra carraspeo rompiendo el silencio en que todos observaron como la mirada del chico conectó con la de Samantha. Todas la chicas bufaron indignadas y todos los chicos ahogaron una risa. Nadie miraba nunca a Samantha porque no era nadie para ellos. No era popular, ni sacaba buenas calificaciones. Ni siquiera tenía amigos además de Lena como para ser notada.
Ahí estaba Jaxon sentándose al final del salón en un puesto vacío junto a la ventana.
Tras largos minutos de escuchar hablar a la maestra, un molesto sonido que hace vibrar el tímpano sonó indicando la hora de receso.
Samantha tomó su mochila azul gastada y salió prácticamente corriendo del salón. Sólo cuando estuvo apoyada en un viejo árbol en el patio trasero de "Warren" calmó su agitada respiración. Pero alguien carraspeo desde atrás. Se volteó viendo dos pares de ojos azules observándola.
—Hola, Samantha— sonrió Hayle extendiendo una mano con perfecto esmalte de uñas rosa hacia la joven que se recomponía de su maratón desde el salón hasta el árbol donde tenía apoyada su espalda— soy Hayle Johnson, pero eso tú ya lo sabes.
Samantha sonrió y estrechó la mano de Hayle mientras Logan las observaba desde un costado, o más bien, observaba a Hayle.
—Es un placer conocerte, Diana me ha hablado mucho de ti.
—¿A si?— Samantha frunció el ceño.
—Si, me ha contado lo de tus padres — sonrió nuevamente, pero esta vez no se vio muy agradable para Samantha— Lo lamento mucho.
—Oh, vamos. Solo es una huérfana y ya, Hayle— espetó Logan tomando de la mano a la chica y mirando despectivamente a Samantha— de seguro sus padres programaron el accidente para no tener que seguir cuidando a una niña tan fea.
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Controlando Al Monstruo
JugendliteraturSamantha es una chica maltratada por la vida. Sus padres fallecieron cuando era muy pequeña y ahora debe soportar los maltratos en el orfanato y en su empleo como sirvienta en la casa de Logan Thompson, el chico más popular de todo "Warren", su secu...