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Myrtle acompañó a ambos jóvenes hasta afuera donde un taxi los aguardaba para llevarlos hasta el aeropuerto.

—Suerte para ambos —Gritó Myrtle cuando el taxi emprendió la marcha.

El camino fue totalmente tranquilo, Samantha observaba la ventanilla, luego a Jaxon junto a ella y sentía paz, cerraba los ojos y sentía la seguridad de que todo marcharía bien a partir de ahora, excepto por el pequeño detalle que le ocultaba a Jaxon, pero eso se lo contaría luego, en el momento adecuado. Por el contrario, al otro extremo de los asientos, Jaxon era atormentado por su cabeza al no dejar de pensar en qué secretos ocultaba su padre y qué descubriría al encender el ordenador que ahora llevaba consigo, aquel que logró robar de su oficina mientras escapaban de la mansión.

—Gracias —dijo el conductor al recibir la paga tras llegar al aeropuerto.

Los jóvenes llegaron justo a tiempo para abordar su vuelo correspondiente, el que los llevaría a otro país.

—¿Emocionado?—Jaxon observó a una Samantha sonriente y no pudo evitar sonreír también. Pero muy en el fondo, una tristeza le invadía cada vez que veía las marcas de golpes en el rostro de la joven.

—Absolutamente.

Al cabo de ocho horas de vuelo y dos horas en auto llegaron a la pequeña casa donde vivirían ambos. Era un espacio modesto y barato que pagaría Myrtle, ya que insistió mucho en hacerlo ella misma.

—Me gusta —Comentó Samantha dejándose caer en el sillón.

—¿No es muy pequeña? —Manifestó sus preocupaciones Jaxon.

—Para nada —Suspiró la joven acostumbrada a lugares pequeños—Creeme que es mucho más grande que cualquier cuarto de orfanato que yo haya tenido.

Jaxon rió y se dejó caer junto a Samantha, seguido de esto, cerró los ojos llamando la atención de la chica.

—¿Qué te sucede? —Observó fijamente a Jaxon.

—No es nada —Suspiró cansado y Samantha se puso seria.

—No tengas miedo —Él negó y ella lo abrazó.

Reagan le quitó algo con lo que Jaxon luchó por años para controlar sin éxito, esa seguridad que ahora que ya no tiene, le hace sentir inseguro, débil.

—Tranquilo, todo estará bien —Samantha besó su mejilla con cuidado de no hacerle daño en sus heridas.

—Bueno, ahora averiguemos... La verdad.

Jaxon brió una mochila y sacó de su interior el ordenador de su padre. Tras iluminarse la pantalla, una serie de carpetas llenas de archivos aparecieron, todas con numeraciones y códigos a excepción de una que citaba "Experimento en Práctica". Al tratar de abrir el archivo, les era necesaria una contraseña. Samantha suspiró y se dejó caer en el sillón rendida mientras Jaxon observaba la pantalla pensativo con el ceño fruncido. En seguida tecleó un par de letras y el archivo se abrió.

—¿Cómo lo supiste?— le preguntó curiosa.

—Si es su experimento, probablemente lleve el nombre de la persona con la que inició todo.

—¿Tú nombre?— Él negó y Samantha abrió los ojos impactada— El de tu madre.

Él asintió y ella desvío la vista. Sus ojos bajaron hasta el ordenador donde aparecieron distintos vídeos e imágenes. Sabía que debía contarle todo lo que sabía ahora, pero sentía temor de que él no volviera a ser el mismo.

—¿Estás preparada para ver esto?

—¿Tú lo estás?— Jaxon asintió y reprodujo el primer vídeo.

Samantha de inmediato tomó la mano del joven sabiendo perfectamente qué verían.

Era una mujer rubia bastante hermosa para el horror y el miedo que reflejaba su rostro. En la pantalla se veía a la madre de Jaxon siendo atada a una silla mientras gritaba. Le amordazaron la boca y le inyectaron sustancias de colores opacos traslúcidos. Finalmente su cuerpo no soportó más y se desmayó. Un Reagan más joven y con bata blanca se acerca a la cámara con una sonrisa.

"—Hemos iniciado de maravilla, el experimento debería comenzar a dar efecto en unos días, probablemente, en dos días. En una semana, cuando la espécimen recobre la consciencia, será inyectada nuevamente con una dosis formulado en base de compuestos químicos de base orgánicos, los cuales alteraran ciertos cromosomas del ADN y hormonas."

Samantha observaba a Jaxon perpleja y asustada a cómo iba a reaccionar.

—Jax —Este se levantó de un salto furioso.

—¡Escuchaste acaso cómo la llamaba!, ¡Espécimen!... como si fuera un animal.

—Jax...— La joven se levantó y tomó del mentón al chico para que pudiera verla directo a los ojos— El único animal es él, y tú lo sabes muy bien.

—No puedo con esto...

Antes de que hablara, Samantha lo hizo callar negándose a aceptar que se rindiera.

—Claro que si puedes, veremos hasta el último archivo, vídeo e imagen para descubrir la verdad, nuestra verdad del por qué estamos aquí y reuniremos todas las pruebas posibles para hacer caer al animal de Reagan.

—Tienes razón —Suspiró y se sorprendió a sentir los brazos de Samantha rodearlo, aceptó el abrazo y ambos volvieron al ordenador.

La chica desvío la vista hasta el piso, ¿Cómo le contaría a Jaxon todo lo que le hizo Reagan?, ¿Cómo reaccionará al saber en su totalidad de qué trataba el experimento?.

Jaxon seleccionó el siguiente vídeo y ambos abrieron los ojos sin poder creer lo que veían. El nombre del vídeo era tan aterrador como las imágenes dentro de el.


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¡Hola a todos!, espero que les haya gustado este capítulo, ya es hora de saber la verdad...


                                                  ~Bneby~

Controlando Al MonstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora