Capítulo 6: Primer encuentro

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—¿Ustedes? —pregunta una señora que vestía muy formal—.

—¿Nosotras? —dije junto a Caro—.

—¿Son ustedes? ¿las chicas de la película? —pregunta confundida la señora—.

—Aaaaah, si —dice Caro con una risa nerviosa—.

—¿Qué? —grito con un tollo chillón—.

—Tu cállate, sígueme la corriente —me susurra Caro al oído—. Mucho gusto señora, soy Caro la manager de Tini, estamos muy felices de ser parte de su… película —Le dice extendiendo su mano para saludarla—.

—Si, película —río nerviosa—.

—Que amorosa —ríe confundida la señora— Mira Tristán —grita—.

STOP, STOP, STOP, ¿DIJO TRISTÁN? Tuve que tragarme las ganas de gritar o arruinaría el plan de Caro.

—¡Llegaron! Estaba muy ansioso por conocerlas —nos dice Tristán, no entiendo quien cree que somos—. Pasen por acá —nos toma del brazo a las dos y nos lleva al final del pasillo—.

Esto es un sueño, nuestro escritor favorito nos tiene tomadas del brazo y nos llevaba hacía no se dónde. Entramos a una habitación y está todo muy oscuro, Tristán nos dirigía muy bien para que no tropezáramos. Seguimos caminando y Tristán me suelta, ya no siento a nadie conmigo, ni siquiera a Caro. Se prenden un montón de focos sobre mi cara, no entendía lo que pasaba y desde un pequeño ventanal, me habla un chico por micrófono.

—Muy bien, como lo ensayaste, toma el guion que está sobre la mesa, puedes leerlo por si te pierdes, tienes 5 minutos —creo que es la voz más dulce que he escuchado—.

No entiendo nada. Tomo el guion y leo: ‘’Lo que tu alma escribe, audición n°562’’, estaba en una audición para una supuesta película de mi novela favorita, no entiendo. Miro a Caro sin saber que hacer, ella me hace gestos para que comience. Trato de leer un par de palabras, pero no puedo más, es mucha presión. Me siento muy mareada, camino unos centímetros para dejar el guion sobre la mesa, pero un desmayo me interrumpe.
Abro de a poco los ojos, no se cuanto tiempo he estado inconsciente, veo muy borroso, pero logro detectar a Caro y un chico, estaba perdida. Me asusto y recuerdo donde estoy.

—¡Carola, la firma! —me levanté y salí de mi inconciencia.

Me doy cuenta de que Carola no estaba, ¿dónde había ido?, solo estaba… este chico del micrófono.

—Te desmayaste —me dice—.
—No me di cuenta —me burlo de el—.
—Mucho gusto, soy Pepe, Pepe Barroso.

Enredada en tus cintasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora