Capítulo 14: Heridas

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Si bien esta semana fue de muchas salidas y disfrutar a mi familia, dejé un tiempo para estudiar los diálogos de la película, me los mandaron hace días y con suerte me sé algunas partes, sigo igual de irresponsable.

Pepe me parece un buen chico, siempre está pendiente de mí, pero también respeta mi espacio, con mayor razón debe hacerlo si nos estamos conociendo aún.

Los días pasaron sin piedad, es como si quisieran separarme a la fuerza de mi espacio, pero estoy feliz. Nos levantamos muy temprano para irnos al aeropuerto, paso a buscar a la Caro y la veo con unas ojeras enormes, parece que alguien no pudo dormir por los nervios. Nos estamos subiendo al auto de papá cuando siento que gritan mi nombre.

—Tini… supe que te ibas, vine a desearte buena suerte —Me dice el Seba, pasándome un ramo de flores—.

—Gracias, pero ahora se plantar mis propias flores —Le digo cerrando la puerta del auto—

Cierro la puerta llena de rabia y con muchas ganas de llorar, el Seba todavía es una herida abierta, trato de no mostrarme vulnerable hacía los demás pero por dentro estoy destruida, al cerrar la puerta me quedo con los ojos cerrados un rato y suspiro.

—Lista —le digo a mi padre—.



Enredada en tus cintasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora