Capítulo 30: Dos familias

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Capítulo 29: Dos familias
Despierto temprano, me levanto despacio para no despertar a Pepe, llevo mi ropa hasta el baño, me visto ahí y salgo de nuestra habitación, bajo a la recepción que ahora esta despejada, sin ningún periodista y llamo por teléfono a este nuevo personaje.

—¿Si? —responde desde el otro lado de la línea—.

—Soy… —comienzo a temblar, me pone muy nerviosa esta mujer—. Te llamaba para que nos juntáramos, ayer me llamaste zorra y creo no entender, necesito de tu ayuda.

—Bien, ahora mismo en el centro —corta la llamada—.

Su voz sonó demasiado fría cuando supo quién estaba llamándola. Saludo cordialmente al botones del hotel y salgo, un viento me hace temblar del frío y ahí es cuando se activaron mis nervios, me pongo el gorro de mi chaqueta y hago parar un taxi. Cada vez que nos acercábamos más al centro, mis nervios empeoraban. Estoy desconectada totalmente de mis redes sociales, no quiero ver que vulgaridades ponen de mí, ni a mis padres decepcionados. Me bajo del taxi y ahí está sentada con un abrigo negro, acurrucada en sus piernas. Llego hasta ella y me siento a su lado, me destruye ver su mirada perdida y sus ojos hinchados aún.

—Ya entendí lo zorra que soy, pero necesito que me cuentes qué pasó —Digo mientras apoyo mi puño sobre mi mejilla—.

—¿Te quieres burlar de mí? ¿Para eso me llamaste? —dice sin mirarme—.

—No entiendo nada, para eso te llamé, no sé qué eres de Pepe —trago saliva—.

—Su esposa, hace más de tres años… —dice por fin devolviéndome la mirada—.

Trato de contener las lágrimas pero no puedo, me sentía una verdadera estúpida.

—También soy su casi hermana —continua hablando—. Mis padres lo adoptaron, es huérfano. Pepe era un amigo de la infancia, sus padres murieron y los míos se hicieron cargo de él, en ese entonces ya estábamos completamente enamorados, no nos importó ser prácticamente hermanos y tuvimos nuestro primer hijo a los 19 años.

Me muestra una foto de su pequeño, es igual a él. Solo le respondo con una sonrisa fingida.

—Mira… —la miro fijo—.

—India, me llamo India —logra adivinar lo que trato de preguntar con la mirada—.

—Mira India, yo no tenía idea de esto, prácticamente soy una víctima más de sus mentiras —digo con la voz quebrada—. Me duele igual que a ti.

—Te abrazaría pero no me nace, eres la misma mierda que Pepe.

Tomo mis cosas y camino acelerada, ya me daba igual llorar, solté todo mientras caminaba. Este día nublado combinaba con mi maquillaje corrido.

Enredada en tus cintasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora