Salgo a mirar por la ventana y ahí estaba, traía una maleta grande y un sombrero que lo hacía ver gracioso. Bajo rápidamente para hacerlo pasar, hacía un calor horrible.
—¿Y tú, loco? —pregunto sorprendida—. No pensé que vendrías hoy.
—Tenemos que plantar lo antes posible nuestras hijas, antes de que nos vayamos —dice entusiasmado—.
—De eso te quería hablar —digo con suspenso—.
—¿No me digas que ya te arrepentiste? —pregunta asustado—.
—No, no, no es eso —lo calmo—. Solo que todavía no les digo a mis padres, necesito que me ayudes a que lo tomen de buena manera.
—Tranquila, yo sé que van a estar muy felices por ti, en nueve días tu vida cambia, Tini —veo como sus ojos se iluminan—. Tu vida florece.
Creo que tiene razón, necesito un cambio, conocer nuevas personas pero también… volver a intentarlo con otras, no hablo del Seba sino de la Caro. Es mi mejor amiga desde la infancia y no dejaré que nuestro orgullo nos separe, se irá de viaje conmigo.
Pepe ya está trabajando en nuestras rosas, se nota que sabe mucho de jardinería, trata de enseñarme pero me pierdo, al parecer no tiene mucha paciencia enseñando ya que se me adelantó un montón. Su padre era jardinero, por eso es tan seco¹ en esto.
—Espero nuestro rosal llegue más allá de los siete metros de altura, el más alto en el mundo mide eso, son años de trabajo —me cuenta como dato freak—.
—A mí en el colegio me hacían plantar un poroto con algodón, pero nunca me resultó, siempre se me secaba todo —le cuento riendo—. Soy pésima.
—JAJAJA, pero Tini, eso es lo básico —dice entre risas—. Algún día te invitaré a mi casa, tengo un huerto gigante.
Seguimos charlando sin interrupciones, el día se pasaba muy rápido con él, la noche caía y la cena ya estaba lista. Mis padres me notan muy nerviosa pero lo ignoran por completo, lo único que necesito es que pregunten si me pasa algo, pero nada. Terminamos de cenar y aun no les digo, mi padre ya iba a retirar los platos pero le digo que se siente nuevamente, me paro y suelto todo. Pepe queda sorprendido con la seguridad que mantuve al decirlo, sin trabarme ni nada, mis padres quedaron congelados un momento pero se pararon a felicitarme.
—Se nos va la niña, Ale —dice mi madre abrazándome—.
¹Seco: Habil, experto
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Enredada en tus cintas
FanfictionTini es parte de la intensa vida que tiene una fangirl profesional. El Wi-Fi, el desinteres de sus ídolos por su país y el precio de los libros son sus principales dilemas, pero su vida tomará otro camino al ser parte de todo lo que ella ama, solo f...