Capítulo 7: Enredada

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Debe ser efecto del mareo, pero creo estar viendo al hombre más lindo que he podido presenciar en mi corta vida, y no era detrás de una pantalla, ni tampoco algún ídolo, lo tenía a unos centímetros de mi cara, hablándome con una voz tan dulce como para dejarla reproduciendo mientras me ducho.

—Me llamo Tini —estiro la mano para saludarlo—.

—Y bueno, ¿qué se siente ser la protagonista? —pregunta entusiasmado—.

—¿Disculpa? ¿Cómo que protagonista? Lo hice terrible —digo desconcertada—.

—Fue tal cual lo quieren ellos, una chica muy tímida con problemas de ansiedad, tu desmayo fue tan natural que se creyeron todo, sabía que no fue parte de tu actuación por algo estoy aquí contigo, todos salieron de la sala satisfechos pensando que te incorporarías de inmediato —me explica salpicando un poco de saliva—.

—No lo creo, y… ¿ahora qué? —estaba muy perdida, no sabía lo que se venía—.

—Ahora Tristán estará unos días acá, luego se devuelve a Madrid donde se filmará la película —me informa—.

No lo podía creer, jamás me imaginé actuando en algo, tampoco se me había pasado por la cabeza, eso lo hacían mis actores favoritos, era su trabajo, no el mío. Me entra la desesperación y siento que me falta el aire, Pepe nota mi crisis y me ofrece un vaso de agua, lo rechazo de inmediato. Me paro y salgo corriendo, debía buscar a la Caro.

Parece que un montón de gente se había enterado de mi protagónico en el próximo estreno, todo el que me veía me felicitaba. Después de varias vueltas, encuentro la salida al evento. Hay demasiadas personas, también mucha prensa. Veo a la Carola a lo lejos y trato de alcanzarla, pero una estampida me detiene, el Tristán logra encontrarme entre la multitud y me llama, estaba sobre un escenario, eso solo significaba algo…

—Como ya saben, a fin de año se estrena la primera película que involucra a mi ultimo y más exitoso libro, hoy fue el ultimo casting para elegir a la protagonista y está entre nosotros, démosle un caluroso aplauso a… ¡Tini! —gritó mi nombre con mucho entusiasmo, no quiero ir pero que mi escritor favorito dijera mi nombre, es oro puro—.

—Hola… —dije muy torpe—.

—Bueno, estas un poco tímida, creo que sigue pegada en el personaje —lanzó como broma haciendo reír a todo el público, lo que me incomodó aún más—.

—Nada, estoy muy contenta de ser parte de esto —digo temblando, todos mantienen el silencio—. Tristán es uno de mis escritores favoritos, es un honor estar en su película.

Termino de hablar y siguen manteniendo silencio pensando que continuaría hablando, luego de esas penosas palabras, todos aplauden forzadamente. Todo me parece tan extraño, muy falso por lo demás. Si Tristán supiera que somos unas simples pubertas fanáticas por su libro, nos echa a patadas. Entre el público veo a Pepe y a Caro juntos, siento una sensación extraña en mi cuerpo al vernos juntos. Me bajo del escenario y un montón de personas me felicitan, acompañado de abrazos y besos innecesarios.

—Carola, tenemos que irnos —interrumpo su conversación con Pepe—.

—¿Por qué? Lo estamos pasando súper bien —reclama—.

—Tu lo estarás pasando bien, no puedo con este montón de gente felicitándome —sueno muy diva al decir eso—.

—¿Tu crees que me iré por ti? —esas palabras me dolieron, ‘’por ti’’—. Estoy disfrutando esto, anda tu sola si quieres.

—Perfecto —me voy indignada, antes miro a Pepe que al parecer no entendía nada—.

La Caro sigue enojada por lo de la otra vez, se notaba. Tengo una guerra conmigo misma, no quiero encontrarle la razón, pero ella me lo advirtió, ya perdió mucho tiempo conmigo cuando sufrí por el Seba. Voy cruzando la calle cuando siento que alguien grita mi nombre, era él.

Enredada en tus cintasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora