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Maximo

Me suspendieron.

Por tres putos días.

Al parecer mandé al chico del que te conté al hospital, los padres están como locos y quieren hablar con los míos.

Si no hubiera sido por Matt y Luka que me detuvieron, creo que esto habría acabado peor.

Nunca me suspendieron, me sentí algo extraño cuando el director lo dijo.

Siempre fui dentro de todo un buen alumno, y que el instituto me suspendiera por tres días fue algo que no me esperaba.

Mis padres están enfadados conmigo, lo cual me parece completamente patético.

No pueden enojarse conmigo, deben comprenderme.

¿Es que a caso no lo ven?

Mi amigo se está muriendo en una camilla de un hospital y mis padres me dicen que no me reconocen, que he cambiado mucho.

Es completamente estúpido.

Para colmo ella me vió golpeando a ese imbécil que había hablado mal de ti, y de seguro ahora piensa que estoy loco, pero eso ahora no me interesa del todo.

Solo quiero que despiertes, quiero golpearte por hacerme sufrir tanto y luego abrazarte por verte despierto con esa sonrisa arrogante tan característica tuya.

Quiero que despiertes y me digas;

—¿Me extrañaste, imbécil?

Sólo le pido a Dios eso.

Y si, últimamente tu madre me ha pegado eso de rezar, ella dice que Dios te ayudará y estará a tu lado.

Y yo haría cualquier cosa para verte despierto, y si tengo que rezar y pedirle a Dios que salgas de ese hospital, lo haré.

Lo estoy haciendo.








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¡Nos leemos pronto!✨

—La Torre.

Hey, Max! [VAC#2] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora