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-Te digo que sí- hacía media hora que trataba de convencer a su amigo-esa chica está loca por tí. Todos los días espera que voltees a verla.

-Déjame en paz, nunca he visto ni notado nada. Tampoco me interesa saber quién es. De seguro es una chiquilla hormonal que...

-Ya cállate!!!, que te hayan roto el maldito corazón hace unas semanas no significa que todas sean así, sólo abre los ojos!!!

Su amigo, harto de escucharlo hablar, se adentró al curso sin esperarlo.

No podría creer lo terco que era. Aquella chiquilla siempre llegaba temprano para verlo, él lo había comprobado. La mirada la delataba.

Sólo esperaba que su amigo se diera cuenta que dentro de ese pasillo a unos metros de distancia se encontraba la mujer que revolucionaría sus sentimientos con tan sólo una mirada.

Lo que temía era que haya escuchado la conversación ya que observaba angustiada la puerta por la que recientemente había cruzado su rubio amigo.

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