La Gran Mentira (Camren G!P) [ADAPTACIÓN]

Capitulo 52

Lauren salió de la casa y sin despedirse de nadie se dirigió a su coche y se fue, por su parte Camila salió de la casa y se encaminó hacia Bea y la abrazó fuertemente.
-¿Deseas hablar después?- preguntó, ella asintió.
-¿Nos llevas a casa?-
-Ya deje a James en su cuarto- le dijo Bea en un susurro cuando entraba en la habitación de Karina.
-Gracias- le contestó mientras terminaba de ponerle la pijama a su hija.
-Habiba ¿Estás bien?- Camila con un movimiento de cabeza le dijo que si mientras ambas salían a la sala.
-¿Qué es lo que te pasó?-
-Solo discutí con Lauren, como siempre-
-Si claro, solo  discutiste- le dijo con un suspiro, ella la fulminó
-Sabes que te apoyo ¿verdad?- le preguntó mientras la abrazaba. Ella asintió- Y qué si te tiras de un puente voy tras de ti- Camila volvió a asentir- Y que me detendré y te gritaré lo loca que estás- ella le dio un leve golpe.
-Pensé que dirías otra cosa- le contestó con una sonrisa.
-¿Qué? ¿No esperaras que también me tire por Lauren?-
-No- le dijo mientras se apartaba de ella- Tú solo te tirarías por Cece-
-Ya te dije que Cece…-
-Si, si. Ya sé- la cortó Camila
-Mejor hablamos mañana-
-Cobarde-
-La cobarde es otra que se niega a aceptar su amor por la Vampirita sexy-
-¡Creí que ya te ibas!-
-Está bien, ya me voy, ya me fui- le dijo dándole un sonoro beso en la mejilla- ¡Hasta mañana guapa! Recuerda, cuenta hasta diez-
-Ya vete- le dijo ella empujándola.
Camila se dirigió a la habitación de James. Entró silenciosamente y comenzó a desabrocharle la camisa y se la quitó, lo mismo pasó con el pantalón. Comenzó a poner su pijama con cuidado para no despertarla como lo había hecho con Karina. Cuando terminó se sentó al borde de la cama y lo observó detenidamente mientras le acariciaba el rostro, suavemente se acercó a él y le dio un beso en la frente para después colocar la suya sobre la de él. Sonrió.
Su rostro era hermoso, cada facción era igual a las de Lauren; la nariz afilada, sus hoyuelos al sonreír y esos hermosos ojos verdes que la enamoraban. Él tenía más parecido a Lauren que Karina, debido a su cabello era más oscuro, como el de ella.
-¿Cómo es posible que no se de cuenta?- susurró Camila, su voz estaba cargada de melancolía- Son idénticos a ella y no lo ve. Taylor ya lo hizo aunque yo me la pase negándolo. Son su vivo retrato y ella es tan tonta como para que la idea de ser Madre se le pase por la cabeza- Camila volvió a besar su frente.
-Pero pronto todo se sabrá, y ustedes por fin tendrán una persona mas, una mamá que los va a amar demasiado tanto como lo hago yo. Pronto serán unos Jauregui- una lágrima bajaba por su mejilla. Ella escondió su rostro en el cuello del niño  y así se quedo por unos instantes.
James comenzó a moverse y como ella no quería despertarlo le dio un último beso en el cuello, más no esperaba que el niño pasara sus bracitos por su cuello para abrazarla mientras soltaba una risa. Trató de levantar su cabeza pero él no la dejó.
-¡Se supone que tienes que dormir!- le dijo ella un poco ahogada.
-Tú me despertaste- le contestó mientras la soltaba
-Bueno, pero aún así tienes que dormir- Darién negó con la cabeza
-¿Cómo que no? ¿Sabe que lo castigaré jovencito?- él soltó otra risa.
-Me duermo si me das lechita-
-¿Quieres lechita caliente?- James asintió mientras se tocaba el estomago.
-¡Con chocolate!- añadió contento
-Está bien, solo espérame aquí chaparrito- le dijo tiernamente
-¡Yo quiero ir contigo!-
-No, tú te quedas aquí!-
-¡Por fis!- le rogó con su carita más tierna, ella lo pensó. ¿Cómo negarle a esos dulces ojos color esmeralda?
-¡Ven aquí!- le dijo dulcemente mientras abría los brazos. Él se levantó y la abrazó. Camila lo cargó y ambos fueron hacia la cocina, lo sentó en un taburete para sacar una lechita de chocolate del refrigerador y después la metió en el microondas. Tal vez así le diera sueño a James.
Camila se acercó al niño y lo abrazó fuertemente para llenarlo de besos. Ella amaba abrazarlos, amaba besarlos, amaba jugar con ellos, pero sobre todo, los amaba a los dos con todo su corazón. Daría todo porque ellos estuvieran bien, y sabía que el seguir ocultándoles la identidad de su madre sería malo, pronto ingresarían al preescolar y comenzarían a hacer preguntas. No quería mentirles, jamás lo había hecho. Pero tampoco sabía como decírselo a Lauren sin que se enojara, podría intentar quitarle a los niños y ella se moriría sin ellos. Su ventaja era Dinah, era como su hermana y sabía que ella haría hasta lo imposible para no permitírselo a ella, ella era una excelente abogado, y cuando se trataba de la seguridad de un infante podía volverse cruel con su contrincante.
El sonido del microondas sacó a Camila de sus pensamientos, le preparó la leche a su hijo y esperó a que se la tomara mientras platicaban cosas insignificantes hasta que su celular sonó.
Era su tono de mensaje y el corazón le dio un vuelco al pensar que podría ser de Lauren. Se dirigió a la sala para sacarlo de su bolso.
“Se que es un poco tarde, solo quería desearte dulces sueños bonita”
Camila dejó el celular en la mesa de la cocina. Últimamente Swift estaba muy romántica con ella y eso no era una buena señal, ella no quería otra persona en su vida, no necesitaba a nadie más. Con Lauren había aprendido la lección.
-¡Ya terminé!-Camila le sonrió a su pequeño hombrecito.
-Entonces, a dormir-
-¿Puedo dormir contigo?- Nuevamente esa cara de cachorrito.
-¡Claro que mi príncipe puede dormir conmigo!-
-¡Sí!- gritó emocionado James mientras corría a la habitación de Camila, ella lo siguió. Cuando llegó a su recamara James ya estaba bajo las saban.as, le dio un beso en la frente y se dirigió al baño a ponerse su pijama pero cuando ella regresó él ya estaba dormido.
Después de observar durante un largo rato a su hijo se dirigió a la habitación de su hija, la cargó y la llevó a dormir junto a James, esa noche dormirían los tres juntos.