La Gran Mentira (Camren G!P) [ADAPTACIÓN]

Capitulo 93

-Ya te lo dije, mi plan ha sido muy bien ideado-
-Tarde o temprano, todo se descubre-
-Y para cuando lo descubran tú ya estarás a miles de kilómetros de aquí-
-¿Cómo puedes ser tan miserable? ¿Por qué no nos dejas en paz a Lauren y a mí? ¿Por qué no realizas tu propia vida?-
-Mi vida ya estaba planeada hasta que reapareciste en la vida de Lauren-
-La Universidad- dijo recordando- Lauren primero fue mía- le dijo Camila con orgullo.
-Y después te la quité- le recordó Selena- Después de todo no tienes tanta estima por ti misma ya que regresaste con ella después de que te dejó por mí- a Camila ese comentario la irritó.
-Me dejó porque tú te metiste entre nosotras-
-Entonces no te quería tanto-
-Tal vez no al principio. Pero ahora nos amamos-
-Veamos por cuánto tiempo más- Selena se dio la vuelta dispuesta a irse.
-¿¡Dónde están mis hijos!?- Selena se giró sonriendo.
-Lejos de ti- con esto ella salió del lugar.
-¡Maldita bruja!- Camila se recargó de la pared.

(…)

-Lauren, Sinuhe está aquí- ella y Taylor se giraron a ver a Clara.
-Te va a colgar- le dijo su hermana haciendo que Lauren la mirara molesta. Se levantó y se dirigió dentro.
-¿Crees que la mate?- Su madre soltó un suspiro mientras se sentaba.
-Yo espero que no-
-¡Sinuhe!- la saludó en voz baja- ¿Cuándo has llegado?-
-Apenas hace un rato, Bea me ha hecho el favor de recogerme- Lauren apretó los puños ligeramente.
-Bea- repitió- Pudiste habérmelo pedido- Sinuhe levantó una ceja.
-Sí, pude. Te lo pude haber pedido si te hubieras dignado en contestar alguna de mis llamadas, pero como no lo hiciste…-
-Lo siento- la interrumpió Lauren mientras se sentaba- Lo siento enserio, pero todo esto que está pasando me va a terminar volviendo loca- Sinuhe  no dijo nada por unos momentos.
-¿Cómo pasó todo esto?- Lauren la observó y la invitó a sentarse. Comenzó a platicarle parte de los detalles de la historia de terror que estaba viviendo. Ella la escuchaba atentamente al momento que sus ojos se comenzaban a llenar de lágrimas junto con los de ella.
-¡Es una maldita mierda todo esto!- exclamó enojada.
-Tu ira no te ayudara en nada, todo lo contrario- Lauren se pasó las manos por el rostro.
-Necesito estar un momento sóla- le dijo mientras se levantaba. Sinuhe asintió al momento que se levantaba también.
-Avísame si sabes algo, me estaré quedando en casa de mi hija-
-Puedes quedarte aquí- ella sonrió.
-Tú y yo sabemos muy bien que esa no es una buena idea-
-Hablo enserio Sinuhe, quédate. Lo mejor es que toda la familia esté unida- “familia” Sinuhe hizo una leve mueca ante la palabra, aún no se acostumbraba al hecho de que su hija retomara su relación con ella. Lauren la observó atentamente.
-Puedes ignorarme si quieres- le sugirió.
-Eso me haría sentir aún más incomoda-
-Piensa que es la casa de tu hija y tus nietos, no te fijes en mí- 
-No lo sé. Necesito pensarlo- Lauren asintió.
-¿El padre de Camila sabe lo que está ocurriendo?- Sinuhe la miró detenidamente antes de contestar.
-Apenas y me he enterado yo-
-Entonces tal vez deberíamos…-
-Mira Lauren, no sé que tanta confianza te tenga ya Camila pero me imagino que ya te ha de haber contado…-
-En realidad no me ha dicho nada sobre él-
-Entonces no hurgues más en esto. Nos vemos después- Sinuhe se dio la vuelta y se retiró. Lauren pudo notar molestia en su voz pero lo que ella le había dicho lo hizo pensar si acaso Camila le estaba ocultando algo. Ella sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos, lo que menos le importaba en ese momento era eso. Su esposa tenía razón, no valía la pena mencionar a personas como su padre.

(…)

-¿Y cómo amaneció la princesa éste día?-
-Agh!, Justin, deja de tratarme así que me das asco- Camila lo observó molesta mientras él se acercaba a ella.
-Maldita sea, nada te parece-
-Te voy a atar como un maldito perro para ver si a ti también te parece-
-Agradece, que por mi te han atado a la pared en lugar de dejarte con las manos atadas a la espalda-
-Mi ángel- dijo ella con ironía
-A veces Selena tiene razón, como maldita sea te voy a soportar-
-No podrás, así que mejor sácame de aquí-
-No- él le tomó la barbilla -porque después veo tu cuerpo de tentación y se me pasa- Camila giró su rostro bruscamente para evitar su tacto.
Entonces Justin le desató los pies y la levantó.
-¿Dónde vamos?- preguntó cuando él comenzó a encaminarla.
-Selena ya no soporta a tus hijos-
-¿Me llevarás con ellos?- preguntó esperanzada.
-Sí, pero créeme amorcito que esto no te saldrá barato- Justin bajó su mano y le apretó una nalga.
-¡Estúpido!- le gritó mientras lanzaba una patada hacia atrás sin atinarle.
-Llevo tiempo queriendo hacerlo-
-Será mejor que no lo vuelvas a intentar- solo se escuchó una carcajada por parte de él. Ambos subieron las escaleras y Justin la dirigió a una habitación que se encontraba en  la segunda planta. Camila rápidamente reconoció los llantos y pudo observar como Selena daba vueltas fuera. Parecía una leona.
-Más te vale que los calles Cabello- le dijo mientras desataba sus muñecas.
-Más te vale a ti que no les hayas hecho nada o te arrepentirás-
-No estas en posición para amenazarme-
-No me va a importar eso-
-Cállate y entra antes de que me arrepienta- Camila no dijo nada y se encaminó dentro- Y no te acostumbres a verlos ya que no lo harás todo el tiempo. Su desayuno está dentro, será mejor que lo aprovechen bien los tres porque no habrá repetición- Camila le lanzó una mirada de odio antes de entrar y azotar la puerta en su cara. Selena la cerró por fuera.
-Has sido benévola con la comida, ¿verdad?- preguntó Justin.
-Por supuesto- contestó ella sonriente mientras se daba la vuelta y se retiraba. Justin no estaba muy convencido.
En cuanto Camila entró los niños se abalanzaron sobre ella. Los abrazó fuertemente mientras besaba repetitivamente sus pequeñas cabecitas.
-¿Cómo  están? ¿Les han hecho algo?- ellos negaron con la cabeza mientras se apretaban más a su cuerpo.
-Ya quiero irme- le dijo la niña. A Camila se le partió el corazón al ver a sus hijos así. Rápidamente dio un vistazo a la habitación, por lo menos sus hijos no habían pasado una tan desagradable noche como ella. Era una habitación común; la cama, el tocador, la mesita y el baño. Por lo menos había un baño. Cualquiera diría que alguien estaba instalado allí antes de que los secuestraran. Un ruido la hizo regresar a la realidad. Camila miró a sus hijos para identificar de dónde había venido aquel y pronto se dio cuenta que había sido el estómago de James.
Ella se levantó y guio a sus hijos a la cama, estos se subieron. Camila dio un vistazo a la comida y ahogó un grito en su garganta mientras maldecía a Selena en sus adentros. La comida a duras penas y alcanzaría para sus hijos. Ella los observó y acercó el plato de comida a ellos y comenzó a alimentarlos.
James tomó su comida entre sus diminutas manos y le ofreció mientras le sonreía, Camila sólo le dio una pequeña mordida. Karina repitió el gesto. Después tomó el único vaso que tenían y les ofreció agua, por lo menos con ella había sido un poco generosa ya que les había llevado una jarra llena. Camila engañaría a su estómago con el líquido.
-Ya es hora de que te vayas- Camila se sobresaltó cuando un hombre alto y moreno entró a la habitación sin ningún permiso. Los niños rápidamente se ocultaron tras de ella haciendo que se preocupara.
-¿A dónde?- preguntó.
-Eso no me informaron- le contestó bruscamente. Camila se levantó y tranquilizó a sus hijos diciéndoles que después volvería. En cuanto ella salió de la habitación aquel hombre volvió a atarle las muñecas de una manera brusca y la llevó al antiguo lugar en el que había estado. La sentó sobre la colchoneta y le ató los pies.
-¿Por qué me has traído nuevamente aquí?- Selena sólo la observó y sin pensárselo dos veces la golpeó en las piernas con una fusta para caballo.
-¿¡Pero qué te pasa!?- le gritó Camila al momento que intentaba sobarse sin conseguirlo.
-He encontrado la manera perfecta para desahogarme- le dijo burlesca. A Camila le tembló todo el cuerpo, aquella mujer estaba completamente loca.
Otro golpe fue puesto en su brazo seguido de varios más. Camila dobló sus rodillas tratando de abrazar su cuerpo y cubrir su vientre. Selena seguía golpeándola y sus lágrimas parecían no importarle.