La Gran Mentira (Camren G!P) [ADAPTACIÓN]

Capitulo 75

Al día siguiente Camila se dirigía a donde le había indicado Lauren. Le había dicho que se trataba de una situación de vida o muerte y que con eso se arreglarían muchas cosas.
Un mesero la llevó a donde ella la esperaría, un salón sólo para ellas dos. Era inmensamente hermoso. No estaba del todo iluminado, pero si lo suficiente para observar cada elaborado detalle. Desde las hermosas flores que adornaban las paredes, la bien arreglada mesa y el ambiente romántico que se tornaba. Una melodía comenzó a sonar en el salón al momento que alguien la tomaba por la cintura. Era Lauren, quien la abrazaba a sus espaldas y susurraba una canción en su oído mientras se mecía junto con ella. Camila se aferró a sus brazos mientras cerraba los ojos y se dejó llevar por la letra de la canción. Ella la hizo girar cuando la canción cambió su ritmo y el “don´t let me” de sus labios se hizo más fuerte mientras bailaba abrazada a ella y la miraba directamente a los ojos.
Era hermoso, todo era absolutamente hermoso. Lauren bailaba y cantaba al mismo tiempo, la hacia girar una y otra vez al compás de la música. En sus ojos había una ternura que Camila jamás había visto en su vida, era como en la película de La Bella y la bestia. Su princesa de ojos verde esmeralda, cuerpo de Diosa Griega y una sensualidad prohibida. Aquel vestido la hacía ver realmente bien y Camila lo sabía. “Don´t let me go”… Camila derramó un par de lágrimas y soltó un pequeño sollozo mientras seguía bailando con ella, entonces otro giro por su parte llegó y esta vez Lauren se hincó frente a ella para finalizar con un “Cause i'm tired of Sleeping Alone” que se escuchó profundamente sincero.
-Comencemos de nuevo- le susurró suavemente mientras besaba sus manos- Volvamos a ser todo lo que algún día fuimos… seamos una familia- fue como si una ventisca pasara por los pensamientos de Camila, trayendo consigo imágenes de todo lo que perdería y ganaría ella si aceptaba aquella propuesta. Imágenes de su pasado inundaron su mente, Lauren gritándole, enojada y completamente fastidiada. Esas imágenes se borraron para que apareciera en gigante el recuerdo de ella besándose con Selena. Camila cerró sus ojos para alejar aquella imagen de su cabeza. Otra ventisca pasó y ahora en sus recuerdos estaba ella, sus jefes le gritaban y exigían demasiado para que pudiera seguir trabajando en Mendes. Recuerdos de ella llorando por la desesperación de no poder acabar un trabajo la invadieron, sentimientos de inferioridad se volvieron a apoderar de ella haciendo que un escalofrío la recorriera. ¿Por qué aquellas personas la habían odiado tanto? No sólo había cumplido con su trabajo en Mendes, también había cumplido por algún tiempo con el de sus abusivos jefes, hasta que Shawn y Austin se enteraron. Después fue ascendiendo de puesto, y ahora tenía el cargo principal y más importante.
Sólo era cosa de dar un paso hacia atrás y ver su mundo de otra manera, ¿Merecía volver a ella?
Era como si sus recuerdos le jugaran una broma, trayendo hacia ella los recuerdos más tormentosos de todo lo que tuvo superar y ahora le daba orgullo de contarlo. Merecía el puesto que tenía, se lo había ganado con creces.
-Camila- rogaba Lauren- Ya no estemos separads, quiero estar contigo… no me lo impidas por favor- unas lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Camila. Una parte de ella quería gritarle que la amaba y que aceptaba una segunda oportunidad a su lado. Pero los recuerdos no la dejaban en paz, seguían atormentándola cada vez más.
Retrocedió unos pasos y a Lauren el mundo se le cayó encima. Ella se llevó las manos a la cabeza y se dio la vuelta dispuesta a marcharse, pero Lauren la detuvo por el hombro sin girarla. “Un ultimátum” le había dicho Dinah.
-Esta es la última vez que te lo pido- Camila se llevó un dedo a la boca y comenzó a mordérselo mientras cerraba los ojos- Si decides irte ahora, no volveré a insistir en este tema, ya no. Te olvidaré Camila, y sólo me dedicaré a mis hijos… A ti no volveré a molestarte- ella se zafó de su agarre y huyó de allí. Lauren comenzó a golpear la pared con los puños hasta lastimarse. Todo había acabado, Dinah le había dicho que le diera un ultimátum… pero también le había dicho que si ella no accedía, ella tenía que aceptarlo. Pero Lauren no sabía si podría cumplir su palabra, ella no podía olvidarla, no podía dejarla de amar, no podía perderla. Se sentó en el piso y se llevó las manos al rostro mientras comenzaba a llorar.