Capitulo 58

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Camila llegó a la casa de Lauren, no tenía ni idea de lo que estaba tramando. Había cometido un error al decirle que le daba el resto de la semana para convencerla. ¿Convencerla de qué? Lauren no pensaba que ella sería capaz de dejar su trabajo; ¿O sí?

Con lo que le había costado conseguir ese puesto. Con lo que le había costado ganarse la confianza de sus jefes, como para abandonar todo a la primera.

Camila tocó el timbre e instantes después Lauren le abrió la cochera. Ella entró y su estómago comenzó a revolverse. Tenía que decirle la verdad a Lauren. ¿Pero como decírselo cuando ella apenas y la dejaba hablar? Algo muy común en ella.

-Tenía miedo de que no vinieras- le dijo ella cuando ella bajó del coche.

-¡Pues ya no temas!-

-Eso quisiera- le dijo dando un suspiro

-Pues bien, ya estoy aquí- le dijo ella después de un silencioso momento.

Lauren la tomó de la mano y la dirigió hacia el jardín trasero.

Camila se llevó una grata sorpresa cuando vio un hermoso mantel tirado en el pasto, y sobre éste, una linda canasta entre abierta con una botella de vino descansando sobre hielos al lado.

Ya estaba oscureciendo, y a lo lejos se podía ver una enorme luna que comenzaba a asomarse. Todo indicaba que esa noche iba a estar más brillante que nunca.

Camila observó todo maravillada. Cada detalle era absolutamente hermoso; desde el ramo de rosas rojas que por un momento le dieron un pinchazo al corazón, hasta los pétalos regados alrededor.

-¿Por qué rosas?- preguntó ella con un nudo en la garganta. Lauren la abrazó por detrás.

-Porque ya es hora de que perdones a tus flores favoritas- Camila ahogó un sollozo.

-No es por eso…-

-No nos mintamos por una vez- le dijo cerca del oído. Ella asintió y volvió a contemplar todo.

-Es hermoso- le dijo en voz baja.

-Me alegra que te guste, lo hice pensando en ti- Lauren la ayudó a sentarse sobre el mantel, después destapó la botella.

Estuvieron platicando unos instantes cuando comenzaron a sentir como unas gotas comenzaban a caer sobre ellas. Ambas miraron al cielo y se dieron cuenta que este se quería caer en pedazos. El clima había cambiado de un momento a otro. Rápidamente esas gotas se convirtieron en una torrencial lluvia y Lauren maldijo en ese momento. Ellas levantaron las cosas como pudieron y entraron corriendo a la casa.

Camila reía a carcajadas al ver el estado en el que se encontraban, estaban todas empapadas.

Lauren se acercó a ella y la hizo callar con un beso. Camila no dudó un momento en responderle

Poco a poco Lauren comenzó a quitarle la ropa. Primero la chaqueta, para que después siguiera la blusa. Ella no quiso quedarse atrás y comenzó a desabrocharle la camisa mientras no dejaban de besarse.

Lauren la hizo caminar de espaldas hasta que ella se topó con algo duro, era la pared de la cocina. Lauren la empujó dentro. ¿No harían el amor en la cocina? ¿O sí? Rápidamente la subió sobre la barra y comenzó a acariciarle las piernas descaradamente. Le desabrochó el pantalón, pero cuando iba a quitárselo Camila la detuvo.

-Espera…- le dijo entre jadeos- ¿Tienes un preservativo?- ella la observó dudosa.

-¿Un condón? ¿Para qué?-. Camila la observó burlona.

-¿Para qué sirven los condones?-. ella soltó un bufido.

-Sé para que sirven. Y no, no tengo. Hace tiempo que dejé de usarlos, ¿recuerdas?-Lauren volvió a bajar a su cuello pero Camila la volvió a alejar.

-Sin globito, no hay fiesta. Recuérdalo-Lauren la observó sorprendida.

-¡Las otras veces no nos hemos cuidado!-Replicó- Además, se supone que tienes un dispositivo-

-Sí, pero no pienso correr riesgos, y tampoco pienso seguir tomando pastillas del día siguiente- Lauren dio un soplido más fuerte.

-No tengo- le dijo al momento que habría los brazos. Ella se sonrojó rápidamente y Lauren la miró con una sonrisa.

-Yo traigo- dijo en un tono de voz bajo.

-¿Qué tú que?-

-Que yo traigo condones- le dijo a la cara roja como un tomate. Lauren sonrió victoriosa y la besó.

-Vamos por ellos- Camila enredó sus piernas a la cintura de Lauren y se dirigieron hacia donde estaba su ropa tirada. Ella la sentó en el piso sin dejar de besarse, Camila estiró su brazo y alcanzó su bolsa. Lauren la miró lobunamente cuando la vio sacar una tira completa.

-¿Tanto quieres cariño?- ella le dio un golpe en el brazo mientras se volvía a sonrojar.

-Me era más rápido y barato comprar la tira-

-Mejor para mí, porque me están dando ganas de utilizarlos todos- Camila le sonrió, ella se inclinó sobre Camila y la tomó allí mismo.

Cuando se dieron cuenta ya estaban en la sala. Camila estaba sobre ella, pasaba su lengua por todo el torso de Lauren, y ella solo soltaba suspiros y gemidos. La penetró y comenzó a moverse rápidamente al momento que enredaba su lengua en los pezones de ella, después los tomó entre los dedos y comenzó a tirar de ellos suavemente provocando que una descarga recorriera todo el cuerpo de ella. La mordió no tan suavemente, la hizo gritar, gemir, llorar y pedir más. Después le dio la vuelta y volvió a entrar en ella.

Camila estiró sus brazos hacia atrás y comenzó a jalar los cabellos de ella suavemente.

Después de descansar por unos instantes, Lauren la levantó en brazos y la llevó escaleras arriba. Camila no podía creer que aún le quedaran fuerzas a esa mujer. La recostó sobre la cama e inmediatamente se colocó entre sus piernas. Aún ambas desbordaban mucha pasión. Camila comenzó a arrastrarse sobre la cama, mientras Lauren que aún estaba sobre ella trataba de detenerla. Era el juego del gato y el ratón, ¡atrápame! Lauren sonreía mientras seguía besando su cuerpo y al mismo tiempo intentaba detenerla, cuando de pronto ambas cayeron de la cama. Camila soltó una carcajada y Lauren rápidamente se colocó sobre ella mientras la sujetaba por las muñecas. Esa noche Camila era de ella, y nadie podía hacer nada al respecto, nadie evitaría que ella estuviera a su lado, nadie lograría separarla de ella. Camila mordió su cuello suavemente y ella entendió, entonces, le volvió a hacer el amor.

(...)

Horas más tarde de aquel agotador encuentro Camila se incorporó rápidamente de la cama, todo había sido una pesadilla.

-Tranquila, solo fue un sueño- le dijo Lauren al momento que la abrazaba, entonces ella reaccionó, ¿Qué hora era? Giró su rostro para ver el reloj. Ahogó un gritó, eran las 9:30 pm. ¿Cómo había tardado tanto tiempo?

-Tengo que irme- le dijo mientras se levantaba rápidamente.

-No- le rogaba.

-Lo siento, pero tengo que hacerlo-

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Hemos llegado a la parte en la que decidí cambiar esta historia a G!p, así que a mis queridas antiguas lectoras les informo que a partir de aquí son capítulos nuevos.
NoeeAcua sin reclamos😂😂😇.

La Gran Mentira (Camren G!P) [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora