La Gran Mentira (Camren G!P) [ADAPTACIÓN]

Capitulo 66

Lauren abrió rápidamente los ojos e inmediatamente la cabeza comenzó a darle vueltas. Se levantó poco a poco y entonces recordó, ¡hoy desayunaría con sus hijos! Buscó su ropa con la mirada y la volvió a encontrar en el mismo sitio de la vez anterior, la tomó y se dirigió al baño.
-Pensé qué querrías esto- le dijo Camila cuando entraba a la habitación. Llevaba un vaso de agua junto con una pastilla para la resaca. Lauren estaba terminando de alistarse, ella, en cambio, ya estaba completamente arreglada. Lauren la recorrió de pies a cabeza con la mirada.
-Sí, gracias- tomó la pastilla y se la tragó rápidamente.
-¿Estás bien?- preguntó ella
-Estoy un poco nerviosa- le contestó mientras se tallaba las manos.
-¿Por qué?-
-Bueno. No todos los días conoces a tus hijos- Camila sonrió de lado.
-Pero ya los conoces-
-Pero es la primera vez que los veo como mis hijos- ella asintió y dio la vuelta pero cuando iba a retirarse Lauren la detuvo.
-Perdón. No quise ofenderte-le pidió ella.
-No me ofendiste, tienes razón-
-No quise darlo a entender de esa manera-
-No te preocupes que no lo entendí de ninguna manera- Lauren le sonrió y la abrazó fuertemente.
-Gracias-
-No tienes que agradecerme absolutamente nada-le contestó mientras le devolvía el abrazo.
-Claro que sí. Tengo que agradecer que me hayas dado dos hermosos hijos-
-Yo no me arrepiento de ellos. Jamás lo haría-
-Lo sé. Así como jamás me arrepentiré yo-
-Aún te falta tratarlos, no siempre son tan dulces como se ven-
-Para mí serán perfectos-
-Lo son. Son dos hermosos niños que amo con todas mis fuerzas así como los amarás tú-
-Yo los amo desde el momento que supe que eran mis hijos, aunque en realidad, creo que los amo desde que los conocí-
-Lo noté en la forma en la que les sonreías. La sangre llama ¿Sabes?- Lauren asintió.
-Siempre causaron algo en mí. Ahora se que era mi instinto maternal, el llamado de la sangre como tú dices- Camila se separó de ella.
-Bien, pues en unos momentos más desayunamos. Solo una pregunta; ¿Les dirás ya que eres su madre?- Lauren negó con la cabeza.
-Primero quiero ganarme su cariño y confianza. ¿Puedo llevarlos de compras y a pasear?-
-Siempre y cuando no excedas los límites, sí. Ellos no tienen permitido comer demasiados dulces, y saben que todo lo que se les compra se lo tienen que ganar- Lauren se llevó la mano a la frente.
-Si, mi generala- Camila sonrió y salió de allí.
James y Karina se dirigieron aún bostezando  a la sala. A Lauren le causó mucha alegría encontrarse con sus hijos. Le causó mucha risa el ver a su hijo casi dormido y a su hija toda despeinada. Los dos niños se detuvieron frente a ella sin decir nada.
-Perdónalos- dijo Camila desde atrás- Por las mañanas parecen zombis los dos- Lauren asintió y se acercó a ellos.
-¡Buenos días!- les dijo a ambos mientras los abrazaba y les daba un beso en la frente. Los niños miraron a Camila extrañados, pero no dijeron nada porque aún seguían dormidos.
-Niños saluden- les dijo Camila. Karina bostezó y Lauren se echó a reír.
-¡Buenos días!- saludó James mientras se tallaba los ojos.
-¡Días!- saludó Karina momentos después.
Camila se dirigió a la sala para dejarlos a los tres solos. Por fin el día había llegado, por fin Lauren estaba con sus dos pequeños, por fin sus hijos iban a tener uns madre mas.

(…)

-¿Así que ahora están con ella?- Camila asintió- ¿Y a donde iban?-
-Primero, al zoológico. Después no tengo idea-
-¿Y cómo te sientes?-
-¿Cómo que como me siento?-
-Sí- respondía Bea obvio- ¿Estás contenta porque ella está con ellos, estás triste, preocupada?- Camila lo pensó por un momento.
-Me siento contenta por mis hijos, ellos merecen tener una persona mas que los ame tanto como yo; y sé que Lauren va a ser uno muy buena-
-Te sientes muy contenta por ellos ¿Y por ti?-
-Yo en este momento en lo que menos tengo cabeza es en mí Bea-

(…)

Lauren caminaba muy contenta por el zoológico. Llevaba a James y a Karina de la mano. Demi los seguía a una cierta distancia por cualquier cosa que necesitara Lauren. Los tres se la habían pasado de maravilla toda la mañana, los niños no habían parado de hacerle preguntas sobre los animales y ella había tratado de explicarles lo mejor que podía. Su promesa casi la había cumplido, aunque en realidad dentro del coche llevaba algunos muchos regalos que les había comprado. Ya era hora de regresar a casa, pronto Camila llegaría y querría comer junto con ellos, y ellos tendrían muchas cosas para contarle a ella acerca del hermoso día que habían pasado.