- Aquellos que se han unido hoy en matrimonio, no los separé otro ser humano... Sean bondadosos de corazón y humildes de pensamiento, sean pacientes, tolerantes el uno con el otro y sobre todas las cosas, ámense verdaderamente y permanezcan fieles h...
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Erick y Amanda
En la fiesta de despedida...
- Hola Señorita... ¿Qué tal la fiesta?...
- Era agradable hasta hace un minuto...
- Wow!!... no sabía que podía proporcionar tales sentimientos...
- Sabes que no me agradas ¿Verdad?...
- Y a mí me caes muy bien, ¿Qué ironía, no crees?...
- Patan!!...
- Jajaja... no entiendo por qué me odias, si ni siquiera me conoces...
- No hace falta conocerte a fondo, con solo verte me doy cuenta el patan que eres...
- No has escuchado el lema que dice "No hay que juzgar a un libro por su portada"...
- Definitivamente en tú caso no creo que sea la excepción...
- Vamos!!... dame el beneficio de la duda, ¿Quieres?...
- No... gracias...
Erick vio como se alejaba hacia un grupo de chic@s.
Mientras avanzada la noche y con varios tragos encima Erick trato de acercarse una vez más a Amanda.
- Linda deberías dejar de beber tanto, te puede pasar algo...
- ¿Linda?... mi nombre es Amanda no Linda, ¿Y quién te dijo que yo no quiero que me pasé algo?...
- Jajaja... Eres un demonio disfrazado de ángel y eso me encanta...
- ¿Te encanta?... jaja... lástima que no podrás saber lo que es capaz de hacer este ángel-endemoniado...
Después de decir esas palabras Amanda dio media vuelta y camino de regreso al grupo de chic@s donde estaba, dejando a Erick aún más ansioso.
La velada avanzó hasta que cada invitado fue agarrando camino... De pronto Anderson y Taylor comenzaron a discutir, el problema llegó a tal grado que Taylor le lanzó el anillo de compromiso a Anderson en la cara diciendo que ya no habría boda, el problema se originó por que Anderson siente celos de su ángel-endemoniado pero Erick está seguro que entre ellos no hay nada, o al menos eso es lo que él quiere creer.
Erick trató de calmar a Anderson diciendole que hablara con Taylor y le dijera sus verdaderos sentimientos y después de dejarlo más tranquilo se marchó no sin antes despedirse de su pequeño demonio.
- Me despido mi pequeño demonio es hora de irme...
- Vaya... el patan tiene modales, hasta nunca...
- ¿No te doy pena?... ahora iré a casa solo... ¿Porqué no me acompañas?...
- ¿Y porqué tendría que sentir pena, por alguien como tú?...
