Capítulo 16

471 23 2
                                    


—Tengo algo para ti —me dijo Josh, mientras empujaba un sobre hacia mí por encima de la mesa.

—¿Qué es?, ¿un regalo?

—Ábrelo.

Su mirada intensa me atravesó, y me hizo vacilar por un momento. Saqué dos hojas grapadas en las que había cifras, información, y resultados de análisis. Empecé a leer los listados. Colesterol, recuento de glóbulos rojos, HDL... y en la segunda hoja había más resultados.

Me quedé atónita, y solté una pequeña exclamación de sorpresa.

—Oh.

Gonorrea, clamidia, VIH... todos negativos. Doblé las hojas, volví a meterlas en el sobre, carraspeé un poco, y bebí un poco de agua. Josh estaba mirándome expectante.

—Ya veo que tienes muy buena salud —comenté al fin, al ver que estaba esperando a que le dijera algo.

Acababa de descubrir su edad, además de su tipo sanguíneo.

—Creí que así te sentirías mejor —comentó.

—¿Respecto a qué?

—A nosotros.

—No sé si te entiendo —le dije, a pesar de que lo entendía a la perfección.

—Nunca te he preguntado si estás tomando la píldora, o...

—Quieres que dejemos de usar condones.

Se encogió de hombros, y se ruborizó un poco. Me pareció gracioso ver cómo se ponía como un tomate.

—Eh... sí.

—La verdad es que estoy tomando la píldora.

—Perfecto —me dijo, con una sonrisa de oreja a oreja.

Me recliné en la silla, y me crucé de brazos. Habíamos pasado por un chino para comprar comida y habíamos planeado ver una película en su tele de plasma después de cenar, pero me pregunté sí en realidad me había invitado a su casa con la intención de sacar aquel tema.

Permanecí en silencio y lo hice esperar durante unos segundos, pero al fina! decidí ser sincera con él.

—Nunca he tenido relaciones sexuales a propósito sin usar condón, Josh.

—¿A propósito?, ¿cómo se tienen relaciones sexuales de forma accidental? —me dijo, sonriente.

—No fue de forma accidental... y tampoco a propósito.

Seguía con el sobre en la mano, y empecé a acariciarlo con el pulgar en series de cinco movimientos cada vez. Cinco... pausa... cinco más... otra pausa...

Su sonrisa se desvaneció, y me miró atónito.

—¿Jennifer?

Me encogí de hombros, y dejé el sobre encima de la mesa.

—Me hago análisis de todo lo habido y por haber cada año. También puedo enseñarte los resultados, si quieres. Tampoco tengo nada.

—Jen... —alargó la mano por encima de la mesa para agarrar la mía, y dejé que lo hiciera. Giró la palma de la mano hacia arriba debajo de la mía, y entrelazó nuestros dedos. —Si es importante para ti, no me importa usarlos.

—Esto implicaría confiar el uno en el otro —le dije, con la mirada fija en nuestras manos unidas.

Me dio un ligero apretón, y me contestó:

Dentro y Fuera de la CamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora