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Harry tomó otro sorbo de su botella de agua mientras observaba de lejos como Niall le mostraba a Jonah la manera sigilosa en la que debía pararse antes de hacer cualquier movimiento. Niall puso una mano en el estómago del menor mientras que la otra sostenía su espalda.

El chico se encontraba con las piernas ligeramente separadas, sus pantalones remangados hasta la rodilla mientras que el agua del lago rodeaba sus tobillos. Una mano en el aire mientras que la otra sostenía la lanza con vacilación. Niall señaló lo que parecía ser un pez nadando entre sus piernas. Jonah lanzó el trozo de madera pero desafortunadamente no pudo pescar nada.

—No le apuntes al pez —ordenó Niall.

—¿Pero si no le apunto al pez como se supone que le dé?

—No le apuntes al pez —repitió—, apunta a donde va a estar.

—¿Qué?

—El pez siempre será más rápido que tú, así que debes de adelantarte a sus movimientos.

—No puede ser más rápido que yo, soy un lobo, podría cazar a un cervatillo si quisiera —Jonah replicó obstinado.

Niall rodó los ojos y suspiró con pesadez, estaba tomando más tiempo de lo que había planeado mostrarle a Jonah como cazar un simple pez.

—No me interesa si eres mitad leopardo, el pez siempre será más rápido que tú, o al menos más rápido que tu lanza.

—¿Entonces que se supone que debo hacer? —preguntó Jonah, comenzando a desesperarse.

Harry río lo más bajo que pudo al ver la mueca de exasperación en el rostro de Niall, casi olvidaba que había convertido al chico hace un par de días y que su oído era lo suficientemente agudo como para escucharlo.

—¿Te parece divertido? —cuestionó mordaz el rubio desde el lago.

—Un poco, sí.

Niall puso los ojos en blanco y regresó su atención por completo a Jonah mientras que Harry continuaba observando desde lejos, recostado sobre el pasto con su peso apoyado sobre sus codos.

—Observa la dirección del pez, arroja la lanza siempre unos centímetros más adelante y párate sobre las rocas para no asustarlo, recuerda no hacer movimientos brucos.

Después de media hora de intentos fallidos por parte del adolescente, por fin logró salir victorioso, atravesando con su lanza a un pez verduzco de aletas azuladas y de al menos treinta centímetros de largo. Jonah lo sostuvo en alto, lo suficiente como para que Harry pudiera verlo desde donde se encontraba.

El castaño sostuvo arriba uno de sus pulgares con aprobación, observando a su hermano con una sonrisa en el rostro.

Niall tomó la lanza y tomó al pescado por su cola, desensartándolo de la punta de la lanza con cuidado, sujetándolo con firmeza para que éste dejara de retorcerse.

Ambos salieron del agua y se dirigieron hasta donde Harry se encontraba recostado.

—¿Qué pescaste? —preguntó Harry a su hermano menor.

—No tengo ni idea, ¿pero no es genial?

—Es una tenca, al menos de tres kilos o más —respondió Niall, observando de cerca al animal— no se ven muchos de éstos hoy en día.

—¿Es comestible?

—Sí.

—¿Por qué no se lo llevas a Gemma? —sugirió Harry.

Jonah asintió, tomando el pescando con ambas manos y desapareciendo entre los árboles en dirección a la cabaña.

—No sabía que podías pescar usando solo un palo —se mofó el castaño, poniéndose de pie.

savage; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora