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Niall se tomó su tiempo para leer y releer los desesperados mensajes que brillaban en su pantalla, mientras que su corazón comenzaba a agitarse con descontrol. La desesperación que le traía el desconocer el paradero de su mejor amigo le había arrancado una expresión de angustia que aparentemente Harry, quien estaba frente a él, había notado, pues se había detenido en su marcha y se había girado para sostener a Niall por los hombros, preguntándole si todo estaba bien.

—¡Niall! —lo agitó— ¿te sientes mal de nuevo?

El rubio solo negó con la cabeza, extendiéndole el celular a Harry, para que leyera por sí mismo los desconcertantes mensajes que su mejor amigo le había enviado hace semanas.

Las castañas cejas del alfa se fruncieron con confusión a medida que leía los mensajes.

—Tengo que ir por él.

—No, Niall. Alto —Harry lo detuvo.

—Mi mejor amigo podría estar muerto o herido por mi culpa, tengo que ir a buscar alguna pista de su paradero —intentó excusarse el rubio, mientras con vehemencia intentaba liberarse del agarre de Harry.

—Ni, no puedes ir, te lo estoy diciendo en serio —habló el alfa con aquella voz imponente y gruesa que le provocaba encogerse en su lugar, sin embargo, Niall no quiso escuchar esta vez— ¡Niall, es una orden! —exclamó, y Niall se detuvo.

La manada había interrumpido su almuerzo al escuchar el bullicio proveniente del pasillo, inmiscuyéndose en éste para averiguar que pasaban.

Niall empujó los brazos de Harry que lo sostenían con firmeza, observándolo con una mirada gélida y una expresión dura.

—Vamos a ayudarte a encontrarlo, pero no puedes ir solo a la boca del lobo, ¿te has puesto a pensar que todo esto puede ser una trampa de los vampiros solo para poder acorralarte solo y matarte?

Niall exhaló profundamente, relajando los hombros y apoyando su espalda contra la pared, dejando caer su cabeza hacia atrás. Tragó saliva y cerró los ojos a la par que negó con la cabeza.

—No, no lo pensé.

—Escucha —comenzó Harry, con un tono más suave, presionando un poco el hombro de Niall en un intento de reconfortarlo—, Liam y Anwar irán a su departamento a revisar cualquier rastro que el extraño haya dejado.

—¿Ahora? —preguntó Liam, con cierto tono de molestia— oscurecerá en cualquier momento, no regresaríamos hasta mañana...

—Liam —Harry le lanzó una mirada de advertencia al otro alfa. Liam cerró la boca inmediatamente, asintiendo.

—¿No se supone que yo debería quedarme a vigilar a Niall? —preguntó Anwar, apaciblemente.

—Yo me encargaré de eso, tu ve con Liam. Newman —el chico de cabello negro levantó la cabeza ante la mención de su nombre.

—¿Sí?

—Lleva a Jem a casa.

—¿Quieres que vaya a Bristol ahora?

Harry bufó, poniendo sus ojos en blanco y presionando un poco más de la cuenta el hombro de Niall, sin percatarse de que aún tenía su mano apoyada sobre el beta.

—¿Por qué no lo llevas tú?, es tu novio después de todo —protestó Newman.

—Lo estoy enviando a casa para mantenerlo alejado de mí genio. Ahora, deja de comportarte como un mocoso y apresúrate si quieres llegar para la cena.

Newman gimoteó, echando su cabeza hacia atrás mientras gruñía, sin embargo, fue a buscar las llaves de uno de los autos como Harry le había ordenado.

savage; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora