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—Creo que sabes la respuesta, pudiste escucharnos metros atrás. Interrumpiste a propósito.

—Y tu escuchaste que me acercaba, no finjas que no le dijiste todo eso a Niall solo para molestarme —gruñó el castaño, acercándose a Anwar hasta que los pechos de los dos alfas chocaron.

—¿Y funcionó?

—Me molestas sin importar lo que hagas, no creo que sea necesario darle esperanzas a Niall para lograrlo.

—¿Darme esperanzas? —interrogó Niall sonando indignado, interponiéndose entre los dos— ¿quién está esperanzado?, definitivamente yo no.

—Solo déjalo Harry, que importa lo que ellos hagan —pidió Jem, tirando del torneado brazo del alfa.

Pero Harry no se movió ni un centímetro, se mantuvo quieto en su lugar, observando con insistencia los oscuros ojos de Anwar.

—Harry, solo vámonos —imploró Jem una vez más.

—¿Por qué tanto apuro por irte dulzura? —preguntó el moreno, inclinándose hacia el pálido chico de rizos.

El brazo de Anwar cayó sobre los hombros de Jem despreocupadamente, siendo rastreado siempre por los amenazantes ojos de Harry.

—¿No quieres saber la verdadera razón por la que Harry te trajo hasta acá?

—Ya basta Anwar —bramó Harry con los dientes apretados, antes de que Jem pudiera replicar.

—¿Qué? ¿No quieres que toque a tu juguete?

—No me obligues a arrancarte los en miembros —amenazó el alfa, acercándose a pasos lentos y autoritarios.

—¿O es qué te molesta más que esté junto a Niall?

Anwar rápidamente arrojó su brazo libre hacia Niall, arrastrándolo a su lado.

—Cualquiera de los dos me preferiría a mi —alardeó el moreno— no es lindo ¿cierto?

—No los metas en una discusión que no les corresponde.

—No evadas la pregunta, porque sabes que cualquiera escaparía de ti si se enterasen que solo juegas y utilizas...

—¡Cierra la boca! —vociferó el castaño, abalanzándose sobre el enorme cuerpo de Anwar, empujándolo con fuerza hacia atrás.

El moreno cayó metros atrás, pero lo que tocó el suelo no fue el torneado cuerpo del alfa, sino un feroz y oscuro lobo gruñendo en dirección hacia Harry.

Por el rabillo del ojo, Niall observó a Harry posicionarse, como si estuviera listo para saltar sobre el fiero lobo color hollín, por lo que desesperadamente se interpuso entre los imponentes alfas, observándolos a ambos desafiantes.

—Apártate Niall —dijo Harry, sin apartar la mirada de Anwar, quien le gruño con ferocidad.

—Deja de comportarte como un idiota. Y tú —dijo esta vez en dirección a Anwar— no busques problemas en un territorio que no es tuyo.

Ninguno retrocedió al instante, sin embargo, Niall no cedió, pues su mirada acusatoria aún se intercalaba entre ambos alfas radiantes de rabia. Buscó la mirada azul de Jem para pedir ayuda, pero el muchacho parecía estar congelado.

—Harry —pidió una vez más.

—No te entrometas Niall, no quiero lastimarte.

—Entonces no lo hagas.

Finalmente, los oscurecidos ojos esmeralda de Harry cayeron sobre el rostro de Niall, que guardaba una fachada dura e incorruptible. Sus hombros se relajaron al igual que su expresión tenebrosa, parándose erguido nuevamente y dando unos pasos hacia atrás.