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FINAL

La noche era nebulosa y fría. Niall podía sentir el gélido aire traspasar la delgada tela de su camisa formal. Estaba afuera de la fiesta, esperando entrar cuando sus nervios apaciguasen.

Anwar lo esperaba en la entrada del castillo, tecleando despreocupadamente en su celular. A Harry no lo había visto desde que había acudido a hablar con Jonah esa misma tarde, pero sospechaba que ya se encontraba adentró, posiblemente con su brazo entrelazado con e escuálido brazo de Jeremiah.

—Estoy listo —anunció después de un rato.

Anwar levantó la mirada y extendió su brazo hasta él. Niall lo tomó sin mucho cuidado, adentrándose al salón en dónde la fiesta se llevaba a cabo.

Al entrar, con quien se encontró primero fue con Gemma, tomada del brazo de un omega alto y flacucho que Niall no logró reconocer, pero por la actitud alzada a intimidante de Gemma, y los brillantes ojos del omega, Niall podía percibir que él estaba colado por ella.

—¿Y Harry? —fue lo primero que preguntó.

Gemma retiró la copa de champaña de sus labios y señaló a las curveadas escaleras que daban hasta el balcón, por el cual se podía apreciar todo el salón desde lo alto. Al fondo vio una puerta de madera cerrada.

—Está con mi padre y el círculo, lo están nombrando el nuevo alfa.

Niall frunció el ceño. No creyó que aquello ocurriría después del discurso que Desmond les había dado esa mañana, pero decidió ignorarlo y disfrutar de la fiesta por un rato.

Tomó una copa de champaña de la charola que uno de los meseros cargaba, tomó a Anwar por el brazo y lo arrastró hasta el centro del salón, en donde miembros de todas las manadas alrededor del país se encontraban bailando con sus parejas.

Al fondo, divisó a un matorral de rizos que había llegado a despreciar, sentado solitario con la mirada perdida. Su rostro era ilegible, pero su expresión cambió rápidamente cuando su mirada azul grisácea se cruzó con los ojos más azules y vibrantes de Niall. Entonces una sonrisa con sus dientes ligeramente torcidos le retorcieron el estómago. Se preguntó qué era lo que podía provocar una sonrisa tan siniestra y victoriosa en los labios de quien ahora consideraba su rival.

—Creo que deberíamos irnos —Anwar tiró de su saco.

Niall le arrojó una mirada cuestionante, sin moverse de su lugar.

—¿Por qué? Acabamos de llegar.

—Solo vámonos Niall.

Pero Niall no hizo caso de las advertencias. Se terminó su copa de champaña y la dejó en una mesa cercana.

Todo el salón se sumió en silencio cuando la puerta se abrió, y de esta, salió Harry y Desmond, acompañados del círculo, con sonrisas grandes en el rostro. Pero lo que asombró más a Niall, fue que a diferencia de lo que había creído, Harry no venía entrelazado del brazo con el insulso Jeremiah, sino más bien, de su brazo venía colgado con muchacho más petizo y de aspecto etéreo.

Su cabello era de un castaño más dócil y brillante que el de Jeremiah; lacio y largo, con brillantes ojos grises con motas azules, piel blanca, digna de un irlandés, y labios rosados y delgados, además de las pecas que recorrían desde sus mejillas hasta su nariz.

Un nudo se formó en la garganta de Niall, y su respiración se cortó en cuanto vio a Harry sonreírle con ternura y fascinación, luciendo profundamente enamorado.

—Queremos presentarle al nuevo alfa de la manada Styles —anunció uno de los del círculo— Y por supuesto, a su nuevo omega.

Entonces, el mundo dejó de girar alrededor de Niall. Ambos lucieron orgullosos la marca que el delicado omega llevaba adornando su cuello, Harry dejó un casto beso en su mano, y con elegancia, le dio una reverencia, como si se tratara de su rey.