42

1.6K 225 84
                                    

Niall escuchó la puerta cerrarse detrás de él con fuerza, y una ráfaga de aire lo alcanzó en cuanto Harry se fue. Se quedó de pie en su lugar, sin saber que más hacer.

La habitación olía ligeramente a Harry, pero no tanto como su habitación en casa, por lo que Niall adivinó que era el cuarto que se le había asignado al alfa. Sin embargo; la cama estaba perfectamente tendida, las maletas en su lugar y nada parecía haber sido tocado desde hace mucho tiempo. Las sábanas no olían al cuerpo de Harry, y Niall de inmediato dedujo que él no había dormido ahí esa noche, y posiblemente tampoco había dormido en lo absoluto.

Niall salió del cuarto en cuanto sus pensamientos comenzaron a abrumarlo. Cerró la puerta con cuidado y apoyó su espalda sobre ella, sin saber exactamente a donde ir. Estaba en una casa desconocida, y su cuerpo se encontraba reacio a caminar al salón principal en donde sabía que la manada se encontraba, por simple miedo a toparse con Harry.

Por la ventana del pasillo vio a Harry alejarse hacia el bosque con el rostro rojo, una expresión dura y la espalda tensa. Relajó los hombros al saber que Harry estaba fuera de la casa.

Dispuesto a encontrarse con el resto de la manada, Niall dio un paso en dirección a las escaleras, sin embargo, no llegó más lejos debido a una voz aguda que gritó su nombre a sus espaldas.

—¡Niall! —el beta se giró sobre sus talones.

Saliendo de una de las habitaciones estaba Jonah, quien rápidamente se abalanzó al delgado cuerpo de Niall y estrujó su estómago en un apretado abrazo, escondiendo su cabeza en el pecho del mayor.

Niall, sin saber qué hacer, acarició el cabello platinado del muchacho, alejándolo delicadamente para mirarlo directo a sus ojos verdes.

—Dios, Harry y Louis estuvieron buscándote toda la noche —dijo Jonah, soltando el aliento que había estado reteniendo— pensamos que te habían matado.

Niall tragó saliva con pesadez, sintiéndose culpable de repente. Jonah parecía bastante afectado, como Harry había demostrado minutos antes.

—Lo siento, fue estúpido no decir a donde iba —admitió en voz baja.

—¡¿Por qué te desapareciste de la nada idiota?! —Jonah lo empujó por el pecho, pero apenas logró mover a Niall tan solo un centímetro.

—Estaba enojado.

—No creo que más enojado que Harry. Nunca había escuchado a nadie decir tantas palabrotas al teléfono.

—Jonah, ¿qué pasó exactamente ayer?

—Escuchamos ruidos en tu cuarto y cuando Liam y Gemma fueron a investigar, encontraron que unos vampiros habían entrado a tu habitación. Pensamos que habían venido por ti, así que papá llamó a Harry de inmediato, y luego arregló con la manada de Anwar que nos dieran refugio por unos días, para mantenernos alejados de los vampiros.

Niall asintió, comprendiendo. Al menos ahora sabía en donde estaba.

La mención del nombre del alfa hizo que Niall comenzara a preguntarse en donde se había metido, pues desde ayer no había visto ni rastro de él.

—¿Dónde está Anwar?

—Patrullando por la zona con su padre y su hermana. Harry le pidió al señor Izam que lo dejaran merodear por su territorio, para asegurarse de que ningún vampiro estuviera cerca, pero al no estar él aquí, Anwar se ofreció a hacer la primera ronda.

El malestar comenzó a asentarse en el estómago de Niall. Toda la furia hirviente que sentía hacia Harry lentamente fue disminuyendo, hasta ser remplazada por un puro sentimiento de culpabilidad.

savage; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora