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─Espero que esto sea bueno Desmond ─dijo el más joven del círculo, tomando asiento en la punta de la alargada mesa.

─Oh, no te preocupes Lionel. Lo será.

El castaño de prominente mandíbula rio con incredulidad, pero se mantuvo callado.

Des se encontraba sentado en la otra punta de la mesa, con sus dos hijos de su lado derecho, y Niall de su lado izquierdo.

El beta ni siquiera sabía cómo lucía el salón levemente iluminado por antorchas en los pilares, o cuantos hombres conformaban el círculo; no se había atrevido a levantar la mirada de su regazo desde que llegó a la reunión por miedo a encontrarse con la de Harry. Niall no tenía ni idea de que solo serían ellos cuatro enfrentando al círculo. ¿Por qué Des lo habría requerido a él?

─Para empezar necesito la presencia de un amigo mío ─Desmond se aclaró la garganta─ ¡Hubert!

Ante el llamado, la pesada puerta de madera tallada se abrió, dándole paso a un hombre pelirrojo que vestía una camisa casual a cuadros, mientras que debajo de su brazo reposaba una carpeta. Niall, quien por fin había levantado la mirada, frunció el ceño, preguntándose qué hacía el doctor Green ahí.

─Hace unos meses Niall el miembro más joven de mi manada tuvo en percance con un humano ─Des comenzó explicando, mientras Green se paraba junto a él, abriendo la carpeta sobre la mesa de caoba─. El doctor Green notó conductas extrañas en el cuerpo de Niall en cuanto lo revisó, así que decidió practicarle unos estudios y sacar un poco de sangre.

─¿Y eso es relevante por qué...

─Lionel ─uno de los miembros del círculo advirtió a su impertinente compañero.

Aburrido, Lionel bufó, dejando su cabeza caer de nuevo sobre su mano.

─Guardé la sangre en un tubo de ensayo sellado y lo dejé sobre mi mesa de noche para someterla a estudios al día siguiente, pero cuando desperté, lo más extraño sucedió ─Hubert sacó de la carpeta una fotografía tamaño carta, mostrándosela al público.

Todos se inclinaron sobre sus asientos, todos menos Niall, que aún miraba con ojos entrecerrados lo que parecía ser una mancha oscura parecida a la brea sobre un cubreobjetos.

─La sangre amaneció con consistencia espesa y más oscura de lo habitual. Decidí revisarla bajo el lente de un microscopio, y descubrí que los glóbulos rojos de la sangre iban muriendo lentamente a medida que el tiempo pasaba.

─¿Y eso que quiere decir? ─preguntó Nicholas, uno de los miembros.

─Este tipo de cosas solo pasa con cierto tipo de criaturas. La sangre muere, pero el cuerpo no.

─Un vampiro ─masculló Lionel, viéndose más despierto en cuanto comprendió. Estalló, golpeando la mesa con sus puños cerrados─ ¡trajiste a un vampiro contigo!

─No, no ─Des hizo un además tranquilizados para que el círculo, que poco a poco parecía querer comenzar a perder la calma, se tranquilizara─, aún no ha terminado.

─La sangre de los vampiros está podrida, es negra y pestilente apenas es extraída de sus cuerpos; es por eso que necesitan beber sangre humana, para compensar la falta de ella ─explicó Green─. La sangre de Niall es igual que la de cualquier otro lobo.

─¿Entonces cómo es que se convirtió en sangre de vampiro al transcurso de la noche? ─cuestionó Claude─ ¿Crees que alguien las cambió?

─No, era la sangre de Niall, estoy seguro.

─¿Entonces qué pasó?

─Pasé toda la noche haciendo pruebas, y me percaté de que mientras la sangre tenga las vitaminas que necesita, se mantendrá estable.