Amores Peligrosos FLOZMIN

Capítulo 5

"Recordando el pasado"

*Capítulo especial por Cumpleaños*

Me desperté sobresaltada y algo desorientada, tantee mi mano en el piso para encontrar mi celular y fijarme la hora. Bingo. Al encenderlo comprobe que habia dormido alrededor de 4 hs, eran las 9:30 AM, por suerte ya había amanecido. Sabía que si intentaba dormir nuevamente no sería imposible, miré a mi derecha y me encuentré a las chicas durmiendo plácidamente en la cama. Los recuerdos del bar comenzaron a inundar mi mente, no pensaba molestarlas así que sin hacer ruido salí de la habitación. Cuando llegue a la cocina me serví un vaso de jugo y me recoste a la mesada respirando hondo.

—Jazmín?— era la voz de mi madre quien se asomaba por la puerta de la cocina.

—Si, soy yo— asiento dejando mi vaso a un lado. Me crucé de brazos observándola.

—Me encontraba despierta cuando oí ruidos y sentí que alguien bajaba las escaleras— dice acercándose para luego sentarse en una de las sillas alrededor de la mesa. —Llegaron tarde anoche, la pasaron bien?— dice sin mas.

—Eh...fue una noche particular— hago una mueca. Opto por sentarme en otra silla frente a ella.

—Puedes explicarme eso?— frunce el ceño.

Suspiro. ¿Como seria la mejor forma de explicarlo?.

—Mira, no quiero que te preocupes por nada,¿si?, solo fue conflicto que hubo entre unos chicos y bueno, estuvo la policía nos interrogaron y eso, pero no pasó de ahí— menti.

—¿La policía? ¿y aun asi me dices que no me preocupe?— exclama. —de solo pensar que puedas volver a la cárcel Jazmin—

—Eso no va a pasar, yo estoy aqui— digo con seguridad.

—Esta bien, yo.. quiero disculparme hija por cómo te hable la última vez— susurra entristecida.

Sonrío de lado.

—No te preocupes por eso Mamá, esta bien decir lo que uno siente— aclaro. —Además no puedo recriminarle nada— la miro con atención.

—Me debes muchas explicaciones, por eso me gustaria que empieces contándome cómo empezó todo—

—Ma, no es algo de lo que quisiera hablar— intento esquivar el trayecto de la conversación.

—Te entiendo hija, pero necesito conocer qué fue lo que te paso pequeña— suplica acariciando mi mejilla. —No sé, al menos dimes qué delitos has cometido—

Era directa. No creo que esta conversación termine muy bien.

—¿Robaste?—

Asenti.

—¿Mataste a alguna persona?—

Trago saliva negando.

—Jamás le quitaría la vida a nadie, pero si he lastimado a muchos—

Asiente sollozando.

—¿Consumiste drogas?—

Esto estaba doliendo demasiado, mas de lo que creí.

Asenti.

—Varias veces, al principio sentía que no podía parar, una vez que ingresas no hay vuelta atrás, principalmente cuando no hay nadie para aconsejarte, ni que esta ahí apoyandote—

—Dios mío!— exclama con espanto. —¿Pero lo has dejado verdad? no has vuelto a consumir, verdad?—

Asiento.