Capítulo 16

1K 76 14
                                    

"La huida"

Flor

Necesitaba ayudarla, la situación se había puesto arriesgada, ver a Jazmín de ese modo me ponía muy nerviosa. Me sentía ignorante, sin saber cómo reaccionar o qué hacer.

—Ven conmigo. No pienso dejarte aquí con ese tipo y menos sabiendo que Daniel está con él— dice con firmeza.

—Está bien...— asiento con inseguridad. —Pero... ¿A dónde iremos? —

—No lo sé, pero es claro que a casa no podemos volver— exclama. —Espera! — sus ojos se abren como platos tomando por impulso mi mano. Parece haber recordado algo muy importante. —Tengo un lugar, está un poco lejos de aquí, pero...es seguro. ¿Confías en mi princesa? — nos inclinamos hacia adelante rozando nuestros labios.

—S-si— jadeo con los ojos cerrado. Fuera el momento que fuera su cercanía provocaba demasiado en mí y ella lo sabía. —S-siem...—

—¿Flor?, ¿Amor? — era Daniel.

—Mierda...tenemos que irnos ya— me apartó colocándome detrás de ella en señal de protección. Se balanceo hacia un lado mirando en dirección al pasillo que conduce hacia donde estábamos anteriormente. —No viene solo...lo acompañan dos hombres más— me mira fijamente. Estábamos encerrada en los baños y no había otra salida más que la principal que conduce al mismo pasillo donde seguro nos atraparán. A menos que...

—Jaz— susurro. Sus ojos se posan en mi nuevamente y luego en la dirección que señalo. Un poco más arriba de nuestro horizonte había una pequeña ventana que se haya semiabierta.

—Bien. vamos, te ayudare a subir—

—¿Qué?, no creo poder! — digo exaltada.

—Bebe...no tenemos de otra opción. Cualquier cosa que pase me quedare más tranquila si tu sales primero. Estoy aquí, yo te voy a cuidar—

—Si subo y te atrapan antes de intentarlo no creo que pueda hacer más que quedarme ahí paralizada, prométeme que te voy a ver arriba— me acerco a ella con ímpetu sellando nuestros labios. —Prométemelo mi amor...—

Nos besamos nuevamente, pero esta vez se hizo más corto...

—Deben estar en el baño, vayan por ella—

«Hijo de...era la voz de Daniel»

—Mírame, te lo prometo princesa, te lo prometo. Ahora te ayudare a subir—

A duras penas logré trepar hasta la ventana y pasar a través de ella. Afuera había comenzado a llover con gran intensidad, las fuertes ráfagas de viento golpeaban mi cara provocando que se haga dificultosa la subida de Jaz. Mire hacia el interior, pero ella no estaba abajo y eso me alarmó.

—¿Jaz? JAZ! — grite con todas mis fuerzas.

«No puede ser!»

—Ey...EY! A-aquí estoy— respire. La note agitada y con dificultades al hablar.

—Estaban intentando abrir la puerta, pero logré trabajar al menos por un tiempo. Intentare subir— asentí.

1...2...al tercer intento logré tomar sus manos. Las mías, mojadas no ayudaban mucho y los nervios tampoco. En cuanto sus pies dejaron tierra el ruido de la puerta estallando contra el suelo se hizo notar. Pudimos ver como Daniel entraba detrás de esos hombres. Nuestras miradas se conectaron, decepción era poco, a partir de este momento se había transformado en la persona más detestable y odiosa en mi vida.

Amores Peligrosos FLOZMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora